Tensa calma se vive en Sisal, comisaría de Hunucmá, luego que la población retuvo a dos inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quienes realizaban recorridos para fijar sellos y cancelar la instalación de palapas en la playa.
Amenazaron con cerrar el acceso a la población, a pesar de la presencia de varios agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
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Los inspectores fueron retenidos desde la tarde de ayer en la cancha principal de la comunidad. La condición para liberar a los inspectores federales fue la presencia de la alcaldesa, Marissa Franco Ceballos.
Sin embargo, no se presentó al lugar. Los habitantes pidieron que les den permiso para instalar más palapas, pero al parecer, la Profepa impidió que los restauranteros abran más espacios de ese tipo por el daño que están causando a la duna.
POR ESTO! acudió recientemente a Sisal y detectó alrededor de 70 palapas sembradas en la duna de la playa. Además, hay familias que ocupan la ciénaga causando daños al manglar.
Los palaperos dijeron que ellos tienen el derecho de explotar el espacio respetando los 20 metros del mar hacia la playa. Y que sólo necesitan la autorización de la alcaldesa.
Dijeron que hay más daño a la duna costera que están causando los desarrolladores inmobiliarios que se están abriendo en la zona norte de la playa.
“Los inspectores no están retenidos, sino que ellos por voluntad propia decidieron quedarse hasta que se resuelva el problema”, dijeron los lugareños.
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CC