Un triste regreso a clases se vivió en las primarias Manuel Ávila Camacho y 20 de Noviembre, de la comisaría de Flamboyanes, pues al llegar el personal docente y administrativo a abrir las instalaciones se dieron cuenta que sus lugares de trabajo habían sido vandalizados.
Ruth Pacho González, directora de la primera escuela, manifestó que justo antes de salir de vacaciones de Semana Santa se expidió un oficio con el objetivo de solicitar apoyo de vigilancia a cargo de la Policía; sin embargo, esto no procedió al parecer por falta de personal en la base porteña.
“Dos patrullas no son suficientes para toda la comisaría, aparte de que todos los elementos se mantienen en la entrada, cerca del retén. Nosotros no contamos con veladores y los intendentes han acudido en días previos al plantel, pero aún así hemos notado que hay varios infiltrados que dejan desde latas de cerveza hasta cucharas para ingerir drogas”, dijo.
En esta primaria, los desperfectos se registraron en la fachada principal, afectando una barricada que recién se empezó a construir para fortalecer la seguridad, así como también el sistema de tuberías que otorga el agua potable para la matrícula de estudiantes y el personal.
“Los delincuentes pensamos que sólo se trata de gente bajo los efectos de las drogas, porque nunca se llevan nada, pero sí realizan destrozos inimaginables como defecar en los salones y hasta masturbarse encima de los muebles”, agregó la directora.
En la primaria 20 de Noviembre fue aún más severo el “castigo”, pues a la entrada de varios salones, los profesores se toparon con papel de baño encima de todos los abanicos de un aula de clase, material roto, estructuras de las paredes destrozadas y paredes pintadas.
En este punto, el personal optó por guardar hermetismo por temor a represalias o por interferir en los protocolos de las autoridades. Solamente una maestra, que fue abordada a las 12:00 horas dentro de la escuela, confirmó que hubo una denuncia ante la Fiscalía y fue dado a conocer lo ocurrido al supervisor de la zona número 35, el maestro Gonzalo Pech.
Las afectaciones para los niños sólo fueron este día, aunque para evitar los pequeños se quedarán sin sus sesiones de estudio, se utilizaron algunas instalaciones como la biblioteca. Se resaltó que el domo interior que protege del Sol a los estudiantes está roto en un 90 por ciento.
Curiosamente, a pesar de ser la comisaría más violenta, Flamboyanes cuenta con el mayor número de planteles educativos de entre todas las comisarías, con cinco planteles que incluyen dos primarias, una secundaria, dos preescolares y un centro de atención comunitaria donde se imparten diferentes disciplinas.
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ASC