Alejandra Cazola es propietaria de una casa ubicada en la calle 87 entre las intersecciones 48 y 50 de la colonia Centro, la cual puso en venta a partir del siete de enero de este año, hasta el momento la casa se mantiene disponible, sin embargo, el pasado 28 de marzo recibió una llamada desconocida que le aseguró que este predio ya había sido comprado.
Alejandra acudió a las instalaciones del periódico POR ESTO! para exponer su caso en el que fue víctima de fraude inmobiliario.
Platicó que el pasado lunes 28, alrededor de las 6:45 de la tarde, unas personas se pusieron en contacto con ella para exigirle que pausara la venta del predio a través de internet, ya que la vivienda ya había sido adquirida por la señora Mónica Llanos Dolores a través de una promesa de compraventa el pasado 22 de marzo donde, además, pagó 50 mil pesos para la transacción del predio.
Al recibir la noticia, Alejandra exigió ver a estas personas en una reunión para que demostraran que la propiedad no había sido vendida y que ella era la dueña legítima. Al encontrarse y corroborar que habrían sido víctimas de este fraude, acudieron a la Notaría 87, ubicada sobre la calle 64, donde fue realizada la promesa de compraventa.
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Al llegar, Alejandra se enteró que una mujer de nombre, Lenny Rubí Sulub Hernández, fue quien presuntamente se hizo pasar por ella, entregando una credencial de elector con los mismos datos de Alejandra, pero solo con la fotografía diferente y un dato de la dirección erróneo.
Incluso, la supuesta vendedora contaba con un sello notarial de este despacho jurídico a nombre de José Enrique Gutiérrez López, pero al preguntar a los trabajadores de este espacio, aseguraron que el notario lleva semanas de no estar en la ciudad de Mérida, por lo que habría ciertas irregularidades en la documentación presentada.
Además, los papeles fraudulentos de la propiedad del terreno fueron adquiridos luego de que la vendedora original enviara una copia a un supuesto comprador en meses pasados, por lo que Alejandra atribuye que fue en esa conversación donde pudieron haber retomado sus documentos para falsificarlos.
Al ver todos los engaños cometidos por la presunta estafadora, Alejandra acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) donde se abrió la carpeta con el expediente 1662/2022, en la que tendrá cita en próximos días para continuar con la recopilación de la documentación del fraude inmobiliario.
Incluso, publicó en diversos grupos de redes sociales si alguien tenía conocimiento de la persona que habría orquestado el fraude, y fue en cuestión de horas que recibió mensajes de al menos otras tres personas que dijeron haber sido víctimas de la misma persona, a su vez, Alejandra recopiló notas de prensa donde se tiene señalado a la misma mujer en casos similares en la ciudad de Mérida.
Mientras tanto, la supuesta compradora, que entregó la cantidad de 50 mil pesos, respaldará a Alejandra en el proceso de demanda, ya que, según el documento emitido por la Notaría de la promesa de compraventa, se estipuló que el próximo once de este mes se entregarían 600 mil pesos y de ahí, se entregaría la vivienda y tendría siete años para pagar el resto de la propiedad.
Esto sin contar que el precio original era de un millón 600 mil pesos y al final fue vendida por un millón 300 mil pesos, cifra inferior al precio real.
Por el momento, Alejandra continuará con el proceso de demanda, exigiendo que esta persona que falsificó su identidad y documentos catastrales, sea entregada a las autoridades por los demás casos de fraude inmobiliario que habría cometido.
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CC