En los últimos ocho años, el número de casas de empeño que funcionan en la Península ha crecido de manera constante. Actualmente, operan 667 establecimientos de este tipo en la región, siendo Yucatán la Entidad con el mayor número, con 390, de acuerdo con cifras de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Le sigue Quintana Roo, con 194 casas de empeño, y finalmente Campeche, donde hay 83 establecimientos. Cabe destacar que en Yucatán había una sola casa de empeño autorizada en el 2014, que era Maxipréstamos; un año después, el crecimiento fue exponencial, pues se sumaron 73 de estos sitios registrados.
En el 2016 se agregaron 129 casas de empeño al registro de la Entidad, dando un total de 203 establecimientos. Nuevamente, este tipo de lugares para empeñar objetos creció en Yucatán, durante la pandemia, pues en 2020 se registraron 69 casas de empeño.
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10 mil casas de empeño en todo el país
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que en el país hay más de 10 mil casas de empeño en 993 municipios, que otorgan alrededor de mil 100 préstamos diariamente, con un valor promedio de mil 600 pesos.
“El impacto que tiene el sector prendario en las finanzas de la población es significativo, lo que lo ha convertido en un jugador fundamental para la inclusión financiera del país, al ofrecer apoyos económicos a las personas a quienes el sistema financiero nacional les resulta totalmente ajeno”, de acuerdo con un análisis de Ignacio Valle, socio líder de la Industria de Servicios Financieros en Deloitte México.
Entre los factores por los que ha aumentado la participación de las casas de empeño en el país, Valle menciona que se debe a que la banca de consumo no ha crecido lo suficiente y hace falta bancarización, que obliga al usuario a buscar distintas fuentes de financiamiento.
También impacta el hecho de la liquidez de los empeños, que es inmediata, lo que lo vuelve una opción más atractiva, además de que presenta menos restricciones que las que, por ejemplo, pudiera tener la banca, como revisión del historial crediticio, adeudos, entre otros.
Al igual que en Yucatán, en Quintana Roo el “boom” de las casas de empeño ocurrió en 2015, cuando se registraron 106 de estos establecimientos de manera formal. En Campeche había 18 casas de empeño en el 2015, su crecimiento se dio en los últimos dos años y lo que va del 2022, cuando se generaron registros de 38 casas de empeño.
“Si comparamos los préstamos prendarios con otros instrumentos financieros, como las tarjetas de crédito, constituyen una alternativa más accesible para la población, pues a pesar de que cobran intereses, lo hacen de una manera muy diferente”, indicó el socio de Deloitte México.
Esto se debe a que se cobran intereses ordinarios del préstamo e intereses moratorios por pagos tardíos, y si no se obtiene una recuperación del crédito, la casa de empeño se adjudica la prenda empeñada y posteriormente la vende.
Valle destacó que entre diciembre y enero es cuando las casas de empeño registran el mayor número de operaciones, pues la gente realiza gran cantidad de gastos y trata de solventarlos.
“Por la liquidez inmediata y que tienen menos restricciones, las casas de empeño se han convertido en la opción de crédito más atractiva para un porcentaje importante de la población”, explicó.
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CC