Dos de los tres pescadores que resultaron intoxicados en el barco “Cepsa X” cuando el lunes al mediodía partieron a la captura de mero en Progreso, ya se encuentran fuera de peligro.
Solamente Jorge Luis Martínez Gamboa, de 50 años de edad y conocido en el ámbito de la pesca como 'Sabancuy', se encuentra en estado crítico que podría incluso, dejarlo fuera de la actividad en lo que resta del 2022, pues dentro de su organismo se encontraron cantidades altas de amoniaco.
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Lo descrito, arroja la incógnita que persistía sobre que componente era el que ocasionó qué el quincuagenario se envenenara luego de bajar a la bodega de productos congelados del barco para cocinar los alimentos, siendo entonces más de una tonelada de carne de tiburón y carnada tipo sardina la que estaba contaminada.
Los otros dos tripulantes que resultaron afectados tras ayudar al primer hombre de mar mencionado, tal como lo dimos a conocer a través de estas páginas, fueron Andrés Hernández Martínez, de 43 años de edad, y Carlos Javier Martínez Gamboa, de 24 años, ambos permanecieron en el Centro de Salud con Servicios Ampliados hasta ser estabilizados, siendo dados de alta el mismo día.
Diferente suerte corrió “Sabancuy” pues de acuerdo con uno de los paramédicos que lo atendió, requirió de cuidados intensivos en medio de su traslado rumbo al sanatorio Agustín O’Horán” de la ciudad de Mérida, pues aunado a la intoxicación padecía ataques epilépticos.
“Hasta el momento el paciente tiene un catéter central de inserción periférica para la administración de fármacos que ayuden a que su organismo responda pues incluso en los momentos en que acudimos a sacarlo en camilla, no respondía a las preguntas y estímulos que realizamos. Calificamos a este paciente como crítico”, aseguró en entrevista un elemento de la Cruz Roja delegación Progreso para poner fin a las incógnitas entre el gremio pesquero.
Embarcación
En cuanto al buque, el gremio pesquero entrevistado en el puerto de abrigo afirmó que ya recibió un alta para zarpar luego de ejercer protocolos con Capitanía Regional de Puertos y la Dirección Municipal de Pesca, por lo que la tripulación zarpará hoy por la mañana rumbo a altamar.
“El pescador aprende a vivir con este miedo, sí nos sentimos mal cuando vimos a los compañeros en ese estado pero desgraciadamente a eso se expone quien trabaja de este lado, el peligro no solo está en el mar sino hasta dentro de la embarcación”, mencionó Enrique Pool Chan, con 30 años de experiencia dentro del barco “Cobra VI” y parte de los compañeros de profesión que acudió a auxiliar a los afectados cuando retornaron a su base en el puerto de abrigo, durante el mediodía del pasado lunes.
Cabe mencionar que en caso de no haber sido otorgado el permiso para retornar a actividades, se hubiera perdido una inversión mayor a los 100 mil pesos que se administró por parte del patrón de barco José Baltazar Miranda Rosas Mazo, de 67 años de edad, para la compra de insumos alimenticios, herramientas de pesca, toneladas de diésel, entre otros componentes.
Presencia policiaca
Parte de lo que se notó, fue también una mayor presencia de la Policía Municipal y Estatal dentro del embarcadero, así como también una revisión más intensa en el único filtro de entrada para quienes visitan el puerto de abrigo durante el día.
Otro suceso que casi se convierte en tragedia, también ocurrió hace un par de semanas con el barco “Navegante”, el cual tras mantenerse pescando mero cerca de isla “Alacranes”, tuvo un fallo en su superficie, entrando agua al buque para obligar a varios marineros a buscar un remedio casero que les ayudara a llegar a su base para cambiar de navío.
Por fortuna, no se registraron lesionados en este incidente y toda la tripulación llegó ilesa a pesar del peligro que corrieron algunos integrantes.
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JG