Los vecinos de Santa Gertrudis Copó señalaron que la instalación de la bomba no resolvería el problema de abastecimiento en la localidad.
El pasado martes, los pobladores se manifestaron para exigir a las autoridades que se resolvieran los problemas del servicio y la regulación de las desarrolladoras inmobiliarias que se han adherido a la red de distribución de agua de la comunidad, lo cual los ha dejado en desabasto.
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Ese mismo día, personal de Obras Públicas se presentó sin otorgar algún acuerdo y con la única intención de instalar la bomba, por lo tanto, los habitantes rechazaron la instalación ya que aseguraron que la bomba fue “donada” por una inmobiliaria que ha provocado graves daños a la comunidad y se estaría “colgando” de la red de la comisaría, por lo que la toma fue cerrada con candado hasta que el ayuntamiento haga un plan de acuerdo con las necesidades de la comunidad.
El día de hoy regresó el personal del Ayuntamiento, quienes rompieron las cadenas sin notificar a la comisaria municipal, Leydi Cocom Valencia, por lo que las campanas de la iglesia de Santa Gertrudis Copó fueron tocadas para alertar a los vecinos de la situación, quienes rápidamente acordonaron la planta de agua para exigir una aclaración de los hechos.
“Rompieron el candado, no se deben de meter solo así, eso es violar las leyes de los pueblos, entraron a la fuerza”, gritó una de las vecinas en el lugar. “A ver, mejor díganle a las inmobiliarias que hagan su propia planta de agua y dejen de colgarse de la nuestra”, señaló otro poblador.
Al lugar se apersonó el director de Obras Públicas, David Loría Magdub, quien evadió las solicitudes de los manifestantes y solo señalaba que se realizarán los trabajos del cambio de bomba. La comisaria Leydi Cocom le recordó que el pasado martes se solicitó que primero el ayuntamiento debía realizar un plan integral del servicio de agua potable y después se permitiría el cambio del artefacto.
“Vinimos a hacer este trabajo, no quieren que se les dé el mantenimiento, ustedes son los responsables”, comentó Loría Magdub. “Primero una mesa de diálogo y que venga el alcalde, constitucionalmente bajo la leyes estamos catalogados como un pueblo originario. No es que no permitamos que se trabaje, es que primero se debe hacer un planteamiento de la solución, las desarrolladoras ahora tienen interconexiones que están desabasteciendo, la bomba se necesita, pero hay que establecer ciertos acuerdos”, respondió Leydi Cocom.
El director aseguró que ya se han realizado las mesas de diálogo y rechazó la solicitud del pueblo de invitar al alcalde Renán Barrera Concha para entablar acuerdos con los pobladores. “Si quieren ustedes envíen la invitación”, comentó el director de Obras Públicas, quien se retiró del lugar sin contestar a la prensa del porqué no notificaron que irían el día de hoy a hacer los trabajos.
En entrevista con la comisaria municipal, lamentó la decisión del personal del ayuntamiento. “El día de la manifestación enviaron un boletín a la prensa en la tarde en la que aseguraron que están abiertos al diálogo y ahora muestran todo lo contrario, vienen de manera violenta a romper los candados sin avisarnos”, dijo.
“El problema del ayuntamiento es que nos ven como trabajadores auxiliares, pero soy comisaria y tengo autoridad, me eligió el pueblo y no se vale que nos vengan a violentar. Que no digan que somos pocas personas, porque si hubiera pasado esto a las 5 de la tarde llegarían los 500 pobladores de Santa Gertrudis”, exclamó.
Mientras tanto, los habitantes de la comisaría esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto, ya que el tema del servicio del agua es solo uno de los tantos problemas que han generado la llegada de los desarrollos inmobiliarios al norte de Mérida.
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ASC