Con la llegada de las calesas eléctricas no hay jubilación para los caballos, sólo se trata de un acompañamiento para mejorar el servicio turístico y esa modernidad tiene un costo para los socios de 280 mil pesos, afirmó el presidente de la Unión de Conductores y Pequeños Propietarios del Estados de Yucatán, Eduardo Echeverría Ayala, organismo que tiene más de 100 años de existencia.
En una o dos semanas, el Ayuntamiento pondrá en funcionamiento seis calesas eléctricas que se sumarán al parque de 78 carruajes que rodarán por las calles de Mérida, sobre todo por Paseo de Montejo y Prolongación Montejo, así como en otros puntos del primer cuadro de la ciudad, en la que el turista nacional y extranjero podrá admirar la antigua ciudad de T’Hó, la colonial, fundada el 6 de enero de 1542 por don Francisco de Montejo “El Mozo”.
Noticia destacada
Llegan calesas chinas a Mérida; sustituirán a las tradicionales jaladas por caballos
POR ESTO! informó que bajo un esquema financiero los socios de esta antigua organización de carruajes sólo pagarán aproximadamente el 50% de costo real en un plazo de dos años, es decir 280 mil de los 500 mil pesos, que permitirá de manera voluntaria sumarse a un proyecto de modernización.
Echeverría Ayala dijo que no se trata de un programa de sustitución sino de acompañamiento porque los carruajes jalados por caballos no los relevarán las máquinas eléctricas, porque para empezar los socios apenas viven al día con este servicio que prestan al turismo.
Mérida ha tenido calesas desde hace 1,600 años, servían como medio de transporte para la clase social de esa época para llegar a las haciendas y que poco a poco quedó como un estilo de vida, con el paso del tiempo, a la llegada del automóvil el número se redujo y lo que hoy día se ve en las calles de la ciudad es apenas un pequeño reflejo de lo que fue antaño.
Base en el Centro
Actualmente, las calesas jaladas por caballos son 43, que tienen como punto de partida la calle 61 con 60, en pleno Centro Histórico, y hay cerca de 27 que faltan por incorporarse, pero el número de caballos es de 60, animales que están en buenas condiciones porque, a través de un convenio con la Universidad Autónoma de Yucatán, veterinarios le dan seguimiento diario a los corceles.
A estos caballos se les baña dos o tres veces por día porque, como los seres humanos, sudan mucho y se les proporciona forraje también de dos a tres veces por día y agua sin límites, a los dos de la tarde se les “alinea” para salir a la calle para el servicio.
En el turno vespertino retornan a la calle, de 16:00 a 23:00 horas. En el turno de la tarde están en servicio el 80% de las calesas. Y ese mismo ritmo tendrán también los carruajes eléctricos, que hasta ahora no hay fecha exacta para estar en funcionamiento.
Debido a que se trata de animales que deben tener cierto cuidado, las jornadas son dos durante el día y en verano, cuando el calor es muy fuerte, descansan dos horas y se aprovecha el tiempo para alimentarlos.
El líder de la organización explicó que todas las calesas deben seguir las reglas acordadas por los socios y sólo se permite que alguna circule cuando se trata de un servicio particular contratado con anticipación.
Recordó que durante la pandemia, cuando la situación económica fue muy difícil, las autoridades de los niveles de Gobierno respaldaron a la agrupación con alimentos y apoyos para enfrentar la crisis que significó mantenerse sin actividad por varios meses.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC