Los alcaldes de Tizimín, Tzucacab, Hunucmá, Temax, Teya y Dzemul que buscan un financiamiento público por parte del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) por un monto global de 120 millones de pesos, enfrentan una serie de reclamos de sus habitantes que los señalan de desatender las principales necesidades de la población, por lo que temen que los empréstitos solicitados no resuelvan los problemas que los aquejan
Como ha publicado POR ESTO!, los pobladores se quejan de que los alcaldes no han sido capaces de atender problemas de baches, mercados en malas condiciones, contaminación por basura, tiraderos clandestinos, falta de capacitación a policías municipales y crecimiento de maleza en sus caminos.
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El alcalde Tizimín, Pedro Francisco Couoh Suaste, enfrenta reclamos por parte de sus habitantes por inundaciones de calles en el fraccionamiento Benito Juárez por las lluvias recientes, a pesar de que en diciembre del año pasado anunció la construcción de 10 macro pozos con una inversión de un millón 799 mil pesos en beneficio de varias colonias y fraccionamientos, entre ellos el mencionado.
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Asimismo, vecinos de esa zona del sector Norte de la ciudad se han quejado de malos olores por las granjas y ranchos circunvecinos y la proliferación de tiraderos clandestinos donde depositan desechos de tripas y pieles de carnero; sin embargo, Couoh Suaste les manifestó que no podrá atender esos problemas hasta que no se lo oficialicen mediante un escrito.
A su vez, campesinos que viven cerca de El Hoc, han denunciado que el alcalde ha desatendido su solicitud de atender los problemas de contaminación en esa zona ubicada en el corazón de la urbe, que se ha convertido en un sumidero al aire libre del que emana una gran cantidad de mosquitos que ponen el peligro la salud de los vecinos.
A esto había que agregar un relleno sanitario deficiente del que por cierto hace un par de meses se registró un importante incendio, y desprendimiento de losetas de las mesas del mercado que recientemente fue remodelado.
Por su parte, habitantes de Tzucacab han manifestado que el alcalde Freddy Carrillo Blanco ha puesto oídos sordos a sus quejas, en especial la proliferación de basureros clandestinos. Un ejemplo es el ubicado cerca del Pozo 2, donde parceleros de unidades de riego han señalado que se han convertido en un dolor de cabeza para los que transitan por esa carretera.
Pero lo más grave, es que se quejan de que la apatía de la Comuna ha generado que en tan solo un kilómetro de esa vía ya se hayan generado tres basureros clandestinos.
Además, habitantes de la localidad han denunciado la falta de capacitación de la Policía Municipal, quienes a mediados del mes pasado mostraron prepotencia al asegurar motocicletas de infractores, como parte del reordenamiento vial implementado por la Comuna.
Los quejosos señalaron que hay elementos que por primera vez son policías y desconocen la labor de un agente, de ahí su trato injusto y prepotente. En Hunucmá, la toma de posesión de la alcaldesa Edna María Franco Ceballos enfrentó problemas, ya que 450 trabajadores de la Comuna quedaron fuera de la nómina y presupuesto del erario público, para colocar a sus allegados sin importar que afectaran a las familias de los despedidos.
Mientras que en Temax, a pesar de que la fiesta patronal fue clausurada por la pandemia del COVID-19 a principios de este año, el alcalde Antonio González Escalante promovió la fiesta anual en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción al compartir a través de redes sociales una invitación para participar en la vaquería y el Convite, donde se obtuvo una gran venta de cerveza, un negocio redondo para la Comuna sin importar la salud de sus gobernados.
En Teya, a fines del mes pasado habitantes de la población impidieron que la Comuna que preside José Rodríguez Arceo continúa contaminando el manto freático con la construcción de pozos de drenaje, alegando que el Ayuntamiento inició la obra de manera arbitraria, ya que nunca los consultó.
Finalmente, en Dzemul el alcalde José Wilberto Flota Aké defendió la pamplonada que se realizó en diciembre pasado, a pesar de las quejas de vecinos y ambientalistas por el maltrato que reciben los animales, donde por cierto la venta de cerveza estuvo a la orden del día.
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CC