Yucatán

Pescadores de Progreso buscan alternativas en captura de otras especies por la marea roja

Pescadores de Progreso señalaron que la captura de pulpo va en descenso, por lo que ahora se enfocan en otras especies que resultan redituables
Pescadores progreseños reportan buena producción de cazón y tiburón / Jesús López

El sector ribereño abandonó la pesca del pulpo y se encuentra en medio de endeudamientos y nulos pagos, por lo que desde el pasado jueves, encontraron refugio en especies como el calamar y el tiburón tipo “balá”, especies que se asegura que llegan desde Dzilam Bravo huyendo de la marea roja que actualmente se encuentra paralizada entre Dzemul y Progreso.

“Varias embarcaciones salieron por especie de escama y notaron que había una arribazón de calamar y no dudaron en pescar, cuando de plano no hay pulpo sólo queda encontrar alternativa, pero el calamar nos está sorprendiendo de manera que, por barco, se están percibiendo entre 80 y 100, lo que es muy redituable si se toma en cuenta que para hallar pulpo a varios permisionarios les costaron inversiones de 10 mil pesos”, externó Uriel Santos, pescador foráneo que sólo acude al embarcadero “La Caleta” para laborar durante la fiebre del pulpo.

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Se dio a conocer que el calamar se paga por parte de los empresarios a 55 pesos el kilo, por lo que en un navío con tres hombres de mar y una pesca que exceda los 70 kilos, se puede llegar a ganar hasta mil 200 pesos en un solo día, aparte del producto para consumo propio.

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El calamar, a pesar de que es el favorito de los ribereños, también comparte buena producción con el cazón y el tiburón “balá”, que se encuentran en aguas cercanas a Uaymitún, donde apenas ha entrado el fenómeno del agua mala y que ahora es provechado por este sector que incluye en la época del cefalópodo a 2 mil 500 hombres de mar tanto empadronados como no censados.

A Román García Martínez, patrón en el navío “Elizabeth” y el “Luna André Angelo”, quien cuenta con más de dos décadas en el ámbito pesquero, se le dibuja una sonrisa al afirmar que es inexplicable cómo el año pasado la situación fue totalmente diferente, siendo el pulpo el favorito y el calamar desplazado por su casi nula presencia. Dios aprieta pero no ahorca, nos había ido muy mal con el molusco, no se hallaba y varios compañeros comenzaron a perder el ánimo para pescar, algunos se endeudaron y por ello hay varias lanchas estancadas, esto para otras temporadas no se veía así, hasta la entrada de la tarde comenzaba a llenarse el embarcadero, ahorita están las unidades amontonadas, constató.

De esta manera, el entrevistado añadió que resulta también más redituable ir por calamar, pues para ello se necesita invertir entre 3 mil y 4 mil pesos, de los cuales se amerita cargar hasta 50 litros de gasolina, llevar hielo, víveres y “poteras”, que son especies de anzuelos con los que se pescan estos ejemplares marinos.

La jornada para los hombres de mar de ribera abarca desde las 18:00 hasta las 5:00 horas, justo cuando comienza a salir el Sol, pues el calamar debe ser capturado cuando persiste la oscuridad, por lo que para encontrar iluminación, las tripulaciones zarpan con lámparas discretas para hallar las zonas de actividad.

En lo que respecta a quienes zarpan por “balá”, son los sardineros quienes se toparon con este ejemplar que cuesta actualmente 35 pesos y es adquirido por pequeños comercios, incluso se mencionó que sustituyen esta especie por el cazón con sus clientes foráneos que desconocen la diferencia de sabor entre ambos.

“Es un pescado comestible, quizás hasta ya picaron a más de un turista porque son de los peces que suelen llegar a pocos metros de la orilla. Los pescadores estamos tomando apenas la confianza de salir constantemente, nadie quiere perder, nosotros vamos por el “balá” por su cercanía, está a pocas millas y a unas seis brazas de profundidad”, argumentó Alfredo Vera, mejor conocido en el atracadero “La Caleta” como Tello.

La temporada de cefalópodo, representa la esperanza del motor de la economía pesquera, pero se mantiene a la expectativa para estos próximos cinco días, en los que retornen a tierra con por lo menos 10 toneladas en viajes que duran de 18 a 20 días con inversiones de hasta 270 mil pesos.

Cabe señalar que la pesca del pulpo se ha vuelto impopular, debido a la marea roja, en las costas del litoral Oriente y en otros puertos yucatecos como Chabihau, San Crisanto y Telchac.

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CC