La sede de la Universidad Autónoma de Yucatán se iluminó de letras e historia la tarde y noche de ayer, durante el segundo día del séptimo encuentro cultural y literario, Mérida en la literatura y otras artes, y como el viernes cuando comenzó con el diálogo estupendo y lúcido de Margo Glantz, Sara Poot Herrera y Tete Mézquita Méndez, que iluminaron la inauguración del encuentro que finalizará hoy.
Las voces de María José Rodilla León, investigadora y catedrática de la Universidad Autónoma Metropolitana, el cronista de Yucatán y de Mérida, Gonzalo Navarrete Muñoz, la escritora Gara Castro, autora de innumerables cuentos maravillosos, y del escritor Jorge Cortez Ancona, también iluminaron la segunda jornada del encuentro.
Rodilla León nos recordó de la magia de una ciudad que fue admirada por españoles que vinieron a conquistarla y resultaron también subyugados por ella, con su ponencia “Alabanza y Vituperio de Yucatán en dos obras novohispanas”; fue mirarnos desde la palabra de hombres de España, con la acertada forma y análisis de la catedrática, quien además elogió la posibilidad de venir a Mérida cada oportunidad, para maravillarse de esta capital.
Después escuchamos de la nostalgia por Mérida y del reproche a hombres que llegaron y doblegaron o al menos lo intentaron, a sus nativos originarios en el pasado, y a lo que en el presente hemos hecho para recordarles a ellos y olvidarnos del origen; La maravillosa voz del cronista Gonzalo Navarrete Muñoz, y su puntillosa crítica a las maneras en que Francisco Montejo llegó y pretendió robarle a Mérida su alma, y lo más grave, la perdida de memoria y lo que hoy parece ineludible; nombrar a Montejo en todo, desde una cerveza, hasta una avenida cuyo verdadero nombre, recuerda a el último de los rebeldes Mayas; “cuando recorramos el paseo de Montejo y miremos al final la estatua de Montejo, no lo veneremos, porque ni es suya la gloria, ni la avenida principal de esta capital; mejor nombrémosla “Avenida Nachi Cocom”, nos recordó.
Y después vino la magia que irumpe y lo eleva todo, y que es rebeldía; con su ponencia “Origen y persecución del primer relato fantástico de Hispanoamérica”, Gara Castro nos maravilló contándonos la historia del padre Manuel, un sacerdote franciscano que se atrevió a hacer magia, algo por lo que “os franciscanos, quienes la practicaban fueron perseguidos”. Y la magia del padre Manuel fue a través de la letra, de la literatura y rompió esquemas impuestos por la escolástica, escribió el primer relato de ciencia ficción de Hispanoamérica, y también fue perseguido, pero se atrevió, fue libre.
Para finalizar esa primera mesa, Jorge Cortés Ancona nos habló de José Díaz Bolio, el poeta, el antropólogo, el arqueólogo que amó a los mayas y también a la Mérida que fue y que hoy también extraña su edificación más original. Con su exposición, Cortés Ancona también nos revelo lúcidamente la raíz original, esa innegable semilla que aún hoy existe y persiste aunque no se visible para muchos.