A pesar de que la incidencia delictiva en Yucatán ha ido a la baja en los últimos años, el costo estimado por la inseguridad y los delitos en los hogares fue de tres mil 330.4 millones de pesos, de los cuales poco menos de la mitad fueron invertidos en medidas preventivas por parte de los agraviados, reveló la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE).
De acuerdo con la encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), del costo total, el 52.1 por ciento (1,735.1 millones de pesos) fue por pérdidas económicas a consecuencia de los delitos, el 45.2 por ciento (1,505.3 millones) por gasto en medidas preventivas y el 2.7 (89.9 millones) por gastos a consecuencia de los daños en la salud.
En cuanto a las medidas preventivas, cuyo gasto total asciende a mil 504.8 millones de pesos, el 22.2 por ciento fue por colocar cerraduras y/o candados, el 16.7 por ciento por cambiar ventanas y/o puertas, 12.2 por ciento por colocar rejas o bardas, 6.7 por ciento en realizar acciones con sus vecinos, 5.1 por ciento en comprar un perro guardián, y 7.3 por ciento otra medida.
Los datos de la encuesta revelan que, en el 2021, Yucatán tuvo una tasa de 30,786 delitos por cada 100 mil habitantes; tomando en cuenta que la población de Yucatán es de 2’320,000 habitantes, los delitos suman 714,235.
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Esta tasa ha ido a la baja desde el 2017; sin embargo, en el 2021 tuvo un mínimo incremento respecto al año anterior. En el 2017 la tasa fue de 39,369 por cada 100 mil habitantes; en el 2018 de 37,807; en el 2019 de 33,659, y en el 2020 de 30,601.
Cabe señalar que no todos los delitos se denuncian y a pesar de que la cultura de la denuncia ha ido en aumento, sólo representó el ocho por ciento en el 2021. Uno de cada cuatro agraviados señaló que no presentó denuncia por “pérdida de tiempo”, mientras uno de cada 10 manifestó desconfianza en las autoridades del Ministerio Público.
Los datos además revelan que los delitos que más se cometen en Yucatán son los considerados de bajo impacto, lo que habla de la seguridad que predomina en el Estado. El fraude se ubica en primer lugar, con el 28.6 por ciento; seguido de las amenazas verbales, 16.7 por ciento, y la extorsión, 15.7 por ciento; lo que significa que seis de cada 10 agraviados, el 61 por ciento, refirió haber sido víctima de un delito de bajo impacto.
Entre los principales delitos está el fraude y la extorsión vía telefónica, por lo que la Fiscalía General del Estado exhorta a los ciudadanos que si reciben una llamada y al contestar les sean requeridos datos personales o reciben amenazas, terminen la comunicación, registren el número y haga el reporte a las autoridades correspondientes mediante el número de emergencias 911 o en esta Fiscalía, al 089.
También dio a conocer que los datos personales contenidos en teléfonos celulares como contraseñas o claves, no se pueden extraer desde un dispositivo móvil a otro mediante una llamada telefónica, a menos que el ciudadano los comparta en dicha llamada.
En ese sentido, precisó que ninguna institución bancaria pide datos personales por teléfono, por lo que es rápidamente identificable si dicha llamada se trata de un intento de fraude que, de consumarse al brindar dicha información privada, podría afectar el patrimonio de los yucatecos.
Además, pide a la población que revisen y actualicen las configuraciones de privacidad de diferentes aplicaciones en dispositivos móviles, computadoras y teléfonos celulares, esto con el fin de mantener sus datos personales seguros.
Mientras que los delitos de acto impacto, que representan el 20.8 por ciento o uno de cada cinco, el robo a casa habitación ocupa el primer lugar con el 7.1 por ciento; seguido del robo o asalto en la calle o transporte público, con el 6.1; el robo total o parcial del vehículo, con el 4.1, y las lesiones con el 3.5 por ciento del total de los delitos.
La encuesta también nos muestra que ocho de cada 10 agraviados, el 81.3 por ciento, sufrió algún daño, siendo el más común el económico (47.6 por ciento), seguido del emocional o psicológico (23.6) y físico o laboral (10.1 por ciento).
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