El consumo exagerado alimentos ricos en hidratos de carbono, así como de proteínas, ha generado que el sobrepeso y la obesidad se disparen en Yucatán, cerca del 60 por ciento con respecto al año pasado, y desafortunadamente de cada tres casos, dos son mujeres, de acuerdo con especialistas y la Secretaría de Salud federal.
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De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, de enero a la primera quincena de diciembre de 2022 ya se registraron en la Entidad 16 mil 766 personas con este problema de nutrición, lo que representa un aumento del 58.84 por ciento con respecto al mismo período de 2021, cuando el acumulado fue de 10 mil 555.
Actualmente, Yucatán se ubica entre las 18 entidades con mayor incidencia y a nivel regional está por debajo de Quintana Roo y supera notablemente a Campeche.
El total de casos del Estado representa el 2.1 por ciento de la suma ocurrida en el país, mientras que en Quintana Roo hay 20 mil 39, el 2.51 por ciento, mientras que en Campeche son seis mil 824, el 0.85 porcentual.
En cuanto al género, del total de casos detectados en 2022 en la entidad, cinco mil 951 son hombres, el 35.49 por ciento, y 10 mil 815 mujeres, el 64.51 porcentual. Es decir, dos de cada tres casos fueron mujeres. Durante la semana epidemiológica 51, correspondiente. Cabe señalar que tan solo en la semana del 18 al 24 de diciembre se presentaron 253 casos, es decir, se confirmó un caso cada 40 minutos.
De acuerdo con la especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Zulema Cabrera Araujo, a mediano plazo se prevé un aumento en la incidencia de enfermedades crónico-degenerativas, principalmente en mujeres, las cuales padecerán diabetes, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, entre otras patologías.
Lamentó el retorno a los malos hábitos alimenticios, pues hay un mayor consumo de carne, alimento rico en proteínas, y de pan dulce, el rebanado, galletas y refrescos embotellados, productos con alto porcentaje de hidratos de carbono, afectando principalmente a las mujeres.
La situación empeora porque en el Estado no hay la costumbre de consumir frutas y verduras, de ahí la importancia de fortalecer los buenos hábitos alimenticios.
Cabrera Araujo mencionó que durante 2020, en el período de la interrupción temporal de las actividades a consecuencia del COVID-19, la gente dejó de consumir esos alimentos por la escasez que había.
Ahora, con el regreso a la normalidad, nuevamente la población recurre al consumo de este tipo de alimentos y por ende se registra un acelerado aumento del sobrepeso y de la obesidad.
Resaltó la urgencia de fomentar buenos hábitos alimenticios para tener una población más saludable, en especial en las personas que estuvieron enfermas, principalmente de COVID-19, pues a futuro su estado de salud sería más delicado.
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AA