A pesar de los embates de los Frentes Fríos que llegaron a la península para el primer mes del año, comerciantes y prestadores entrevistados durante la jornada dominical externaron que el mes de enero tuvo altibajos, pero que al final de cuentas permitieron mantener números estables para el sector turístico.
La última jornada de este domingo no dejó caras largas como había sucedido a principios de año que las bajas temperaturas alejaron al turista nacional de las playas del puerto, esto aunado en que la visita de los cruceros a la ciudad aún sigue quedando a deber, sobre todo en puntos de actividad como el “local de taxistas” que aún sigue sin ser atendido por las autoridades.
En el cierre del fin de semana la situación cambió tanto para los grandes negocios como también para aquellos que emprenden un negocio como es el caso del adulto mayor Gerardo Keb García, dedicado a la venta de paletas y productos fríos, quien ahora sí pudo generar un ingreso esperado.
“Días como hoy son muy bienvenidos. Como siempre, primero ejerzo mis recorridos de Chicxulub hasta el puerto de abrigo, luego vengo al malecón que es mi “punto fuerte”. Hoy logré vender tres neveras de paletas, ojalá siga el tiempo con calor porque eso nos beneficia a todos” externó.
En el caso de los restaurantes con instalación en la zona de arena la situación fue mejor de manera contundente a diferencia de otros fines de semana, pues la ocupación al menos en el último tramo del boulevard “Romeo Frías Bobadilla” se tuvo de manera continua desde las ocho de la mañana a las cinco de la tarde que se levantó la mueblería.
“Si esto sigue así, yo creo que vamos a poder salir del bache en que hemos estado. Desde la mitad de enero percibimos propinas donde sí se trabaja continuamente se llevan a casa hasta mil pesos íntegros. Es algo avasallador pero fructífero, ya ganando como antes de la pandemia ni siquiera sentimos cansancio”, externó entre risas Mario Baas.
En lo que respecta a los visitantes, nuevamente fue mayoría el turismo nacional, aunque tampoco se quedaron atrás los extranjeros y acudieron varias familias de distintas naciones, quienes apenas en estos dos últimos fines de semana del primer mes del año comenzaron a avistarse vacacionando en el primer cuadro del puerto.
Como se sabe, la gran mayoría de los prestadores de servicio y trabajadores de los establecimientos gastronómicos tienen la mira puesta en las fiestas carnestolendas que arrancarán este próximo diez de febrero con la magna coronación de los soberanos que fueron elegidos por el comité del Ayuntamiento.
“Creemos que el carnaval nos va a sacar de una vez por todas de los últimos tres años que hemos tenido, han sido malísimos y cuando pensamos que había oportunidad ocurrió algún suceso que nos dejaba sin trabajar, como pasó con el asunto de la marea roja que nos quitó el verano. Desde marzo del 2020 que entró la pandemia hemos tenido muchos altibajos y los cruceros aportan muy poco” explicó Fernando Ortega, colaborador de un puesto ambulante del malecón tradicional.
Las comisarías no se quedarán atrás, ya que hasta el momento ya confirmaron sus respectivos festivales, el fraccionamiento Flamboyanes, la comisaría de Chicxulub y el puerto de Chelem. Todas estas comunidades saliendo adelanto por organización y mérito propio.
Este fin de semana, justo en una presentación de soberanos del carnaval, el representante de la Canaco en Progreso, Manuel Contreras Alcalá, destacó que serán las fiestas carnestolendas un motivante para el desarrollo del sector comercial porteño.
Filas en alcoholímetro
Como se sabe, los accidentes no fueron excepción y tres vehículos estuvieron envueltos en un choque que desató la falta de precaución de un turista del estado de Jalisco que con otros cinco amigos se disponía a viajar rumbo al poniente de la ciudad pero su trayecto acabó en una volcadura en la calle 35 por 80 y 82 del primer cuadro de la ciudad.
En este percance solamente hubieron dos personas que fueron vinculadas a un hospital cercano, mientras que el resto de involucrados resultaron ilesos, incluyendo una pareja de abuelitos que viajaban en otro carro particular y que incluso ya pretendían irse del puerto.
El otro inconveniente que se mantuvo durante horas de la noche fue a la salida del puerto, ya que a partir de las seis de la tarde comenzó a congestionarse debido a los retenes de alcoholímetro. Destacando en esta ocasión las decenas de autos que fueron retenidos por tener supuesto alcohol en la sangre dentro de sus respectivos conductores.
Con base en declaraciones de varios visitantes y hasta ciudadanos del puerto que tan solo querían acudir a la capital yucateca, pasaban hasta media hora a “vuelta de rueda” dentro de este tramo de alto congestionamiento. Debido a ello, se solicitó por medio de esta corresponsalía mejorar los protocolos respectivos, ya que se asegura que esta área será insostenible para los días de fiestas carnestolendas.
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CC