Elementos y estudiantes del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán (PICMMY) de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), llegaron este lunes a la playa situada entre el puerto de Chelem y Chuburná para llevar a cabo la necropsia al delfín que recaló el pasado fin de semana.
Tal como informamos, el mamífero del género hembra, con cerca de cien kilos y con dos metros y medio de longitud, permaneció varado en notable estado de descomposición por espacio de dos horas hasta que fue hallado por extranjeros que procedieron a avisar a la policía ecológica sobre el delfín tipo “nariz de botella” (Tursiops truncatus).
Juana Dzul Hoch, titular de la dependencia municipal mencionada, especificó que con estos trabajos de investigación posiblemente se dé a conocer que mal atacó a este ejemplar, ya que a primera vista no presentaba signos de ataque de algún depredador o golpes en su estructura que pudieran indicar que le pasó por encima alguna embarcación pesquera.
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“Nos llamó la atención que no había daños en el cuerpo del animal, por lo que todo indica que su muerte estuvo ligada a alguna enfermedad producida por una bacteria o algún mal en el organismo del delfín, eso se sabrá luego del estudio pertinente de los órganos” explicó la bióloga marina.
A su comentario, la bióloga agregó que en cada hallazgo se mantienen funciones y lineamientos que no pueden salirse fuera del protocolo, ya que es justo en esta época de frentes fríos cuando comienzan a recalar con mayor frecuencia este tipo de animales a la costa yucateca.
“Cuando sabemos de algún varamiento se toman en cuenta varios factores como si se tratara de un cuerpo humano. Nuestra función antes que nada es enterrar al animal para que el cadáver no sea atacado por perros callejeros o hasta por algún turista.
Como policías ecológicos no tenemos la función de hacer una necropsia, por lo que tenemos que dar parte al PICMMY para que hagan los estudios”
También se supo que antes de llegar a la playa, el delfín había permanecido navegando sin vida hasta por espacio de cinco días.
Así mismo, se averiguó que los cambios de temperatura de los frentes fríos suelen desorientar a este tipo de animales y apartarlos del grupo de su especie.
Aproximadamente, los estudios tardarían una semana por parte del PICMMY. Mientras tanto se pidió a través de este medio mantener alertas a los residentes de la costa y turistas, pues ante cualquier avistamiento lo recomendable es avisar a las autoridades y no tocar el cadáver.
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CC