Según las fichas de reportes del departamento de coordinación de Alerta Ámber de la Fiscalía General del Estado (FGE), en 20 de los 106 municipios del Estado hubo reporte de al menos un menor desaparecido: 42 en Mérida; Valladolid y Kanasín, cinco; Umán, Tizimín y Progreso, con cuatro, ocupan los tres primeros lugares.
Los otros municipios que aparecen en la lista son Cuzamá, Panabá, Chemax, Tzucacab, Yaxcabá, Oxkutzcab, Tixcacalcupul, Tecoh, Izamal, Sucilá, Citilmul, Maxcanú, Espita, Tixkokob, incluida un caso que se reportó en la carretera Mérida-Cancún.
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El año pasado la dependencia desactivó las fichas de búsqueda de 20 niñas y niños que no fueron localizados durante el tiempo establecido.
De acuerdo con los protocolos internacionales solo puede durar 72 horas y en caso de la localización antes de vencer el plazo, se deberá desactivar inmediatamente. Bajo este concepto, las autoridades lograron localizar a 62 menores antes de que concluyera la vigencia.
Indica que de enero al 29 de diciembre pasado, fueron emitidos un promedio de seis boletines al mes, de las cuales cinco tuvieron un alcance nacional, entre ellos el de Óscar Gabriel G.F., un adolescente veracruzano que estaba bajo custodia del Estado.
Caso judicializado
El 12 de junio del año pasado, el adolescente, de 15 años de edad, huyó del albergue donde estaba. El 12 de octubre, después de cuatro meses de protestas, plantones y exigencias de la mamá al Gobierno Estatal fue encontrado en un domicilio de la colonia Obrera, en el Sur de Mérida. Lo recuperaron mediante un operativo de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y Fiscalía General del Estado (FGE).
Hasta ahora, en el Estado, ese caso es el único que se ha judicializado, o sea, se ha configurado un delito, porque Yesenia, mamá de una adolescente con quien Óscar Gabriel tenía una relación, fue imputada y vinculada a proceso por el delito de desaparición de menores.
Como este hecho, decenas de niñas, niños y adolescentes yucatecos se han ausentado de casa o han desaparecido, incluso a pesar de estar bajo la tutela del Estado. El caso más reciente conocido fue el de las jóvenes Lorena del Rosario C.D. y Elizabeth A.S., quienes escaparon del Centro de Atención Integral al Menor en Desampararo (Caimede) la mañana del 29 de diciembre pasado.
Se cree que el número de reportes puede ser más, porque no todas las denuncias presentadas ante la Fiscalía, que trabaja paralelamente con el mecanismo de búsqueda, tienen una ficha de “Alerta” y se mantienen solo como “Pre Alerta”. Según la misma dependencia, la diferencia es que la primera es para solicitar a la población la ayuda para localizar a un menor de edad y la segunda únicamente se gira a las autoridades.
Un buen número de estos casos, según la misma Fiscalía y la SSP, fueron “ausencias voluntarias”, o sea, jóvenes que decidieron ausentarse del seno familiar por diferencias con los padres, una molestia, un regaño o “huyeron con una pareja” sin pensar en las consecuencias.
En este tenor, durante agosto pasado, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) hizo una publicación, en la que una especialista, encargada de la Comisión de Búsqueda del Estado de México, Entidad con más menores desaparecidos, advierte que no se debe hablar a la ligera de ausencias voluntarias.
Indica que muchos jóvenes huyen del hogar ante lo que califica como “factores expulsores” como son las diferentes violencias que viven en casa. De hecho, el caso de Óscar Gabriel comenzó así.
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CC