En el Litoral Norte, exactamente a 60 minutos de la ciudad de Mérida, se encuentra la emblemática parroquia dedicada al patrono San Lorenzo Mártir, que además es la edificación más antigua del municipio.
De acuerdo con datos históricos, la iglesia comenzó a levantarse en 1854 en el centro de la localidad y 60 años después terminó su construcción, que ocupó una cuadra completa, incluyendo el atrio. El sacristán Manuel Chan Zapata explicó: “Por mucho tiempo solamente se contó con la nave que ahora conforma el presbiterio, mientras que el resto de la capilla, donde actualmente están las bancas, era de palmas de huano”. El entrevistado agregó que cuando se concluyó la obra, se cerró el sitio con mampostería, que ahora tiene 109 años de antigüedad.
Comparada con las de otros municipios circunvecinos, esta parroquia es pequeña, pero cuenta con un amplio atrio rodeado de árboles de la región que lo hacen extenso.
Para llegar al recinto, los devotos deben subir escaleras y caminar por un amplio pasillo para llegar a la puerta de la capilla que está pintada de amarillo con detalles blancos, mientras que al frente se encuentra una ventana en forma de círculo con un grabado que anuncia el año en el que terminó de levantarse, igualmente, en la cima hay una cruz.
Al ingresar se puede ver que sus paredes están coloreadas en tonalidades crema, los mosaicos son color blanco con negro y cuenta con bancas de madera a los costados. La techumbre tiene forma de arco, como la mayoría del resto de las iglesias católicas del Estado.
En sus muros cuelgan cuadros alusivos a las 12 estaciones de la Pasión y Muerte de Cristo. En la parte derecha del altar está colocada la efigie del Sagrado Corazón, en medio la Virgen de la Asunción y en la izquierda San Lorenzo Mártir, patrono de los yobainenses, y finalmente en la parte de arriba hay una cruz con Jesús. El sacristán agregó que, además de estas imágenes, el templo alberga esculturas de la Virgen de la Paz, la Guadalupana, la Teresita y la Virgen María, que están colocadas en los costados del altar.
El recinto destaca porque en su atrio cuenta con una casa cural y un salón parroquial que se ofrecen a la comunidad para llevar a cabo eventos como bodas, primeras comuniones o confirmaciones, pero la mayoría del tiempo sirve para impartir sesiones de doctrina a los pequeños feligreses.
Chan Zapata indicó que la Fiesta del Pueblo arranca el 31 de julio, cuando los fieles bajan la efigie del patrono y la llevan a su cueva ubicada camino a Chabihau, donde le ofician una misa y la regresan a su santuario al día siguiente. Asimismo, el 2 de agosto se hace un bordeo en el puerto mencionado y el 3 comienzan a salir los gremios hasta el 10, día mayor del festejo.
En 2022 se pintó nuevamente el recinto, que había permanecido intacto desde su construcción, pues se está convirtiendo en uno de los atractivos turísticos más apreciados del municipio, después de la comisaría de Chabihau.
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NM