Bastaron siete años de trabajo y disciplina a Joaquín López Mukul, originario de San Francisco el Alto, comisaría de Tixkokob, para construir una casa para su familia, con la que se volvió a reencontrar en el Aeropuerto Internacional de Mérida, quienes estuvieron esperando más de una hora su llegada.
Entre sus familiares se encontraban sus abuelos Ana Uc y Juan de la Cruz Mukul, su mamá, Nellly Carolina Mukul Uc, hijos, entre otros, este último dijo que con el dinero que enviaba cada quincena logró construir una casa grandísima y muy bonita, por lo que considera valió la pena su sacrificio de migrar a Estados Unidos.
“Gracias Dios me fue bien y por eso decidí regresar para convivir con mis hijos, a quienes extraño bastante al no poder convivir y verlos acudan a la escuela o atenderlos cuando se enfermaban, hoy me da gusto saber que están felices y las lágrimas derramadas son de felicidad y no de tristeza”, comentó.
En San Francisco, California, agregó, trabajé en un restaurante comenzado como ayudante hasta cocinero, elaborando diversos platillos, aprendizaje y experiencias que jamás olvidará, pero vale más estar cerca de la familia, aunque los ingresos no sean tan altos como en el vecino país del Norte.
Luego de posar para la foto, la familia se dirigió al estacionamiento del aeropuerto para abordar la camioneta para viajar a su pueblo natal, donde espera volver a disfrutar de una torta de cochinita pibil o pavo en escabeche.
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NM