Con Manifestaciones de Impacto Ambiental que parecen producidas en serie, los hermanos Víctor Manuel y Daniel Iván Campos Agüero se muestran imparables en cimentar una franja de concreto sobre la zona costera del Golfo de México que bordea el territorio yucateco en los predios llamados Paraíso Sisal; sin embargo, ahora sí la Secretaría de Marina de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al mando de Jaynet González Alvarado como encargada del despacho, les puede poner un freno, ya que por el momento les tiene suspendida la aprobación de un permiso.
“Los Campos Brothers”, asociados a firmas restauranteras en Quintana Roo y Yucatán, expertos en bienes raíces y compraventa de predios ejidales, pretenden seguir en el área del turismo con un nuevo desarrollo inmueble asentado en el lote 5547 del complejo Paraíso Sisal, amplio terreno que han ido trazando a modo después del 2010, cuando con un recurso legal impulsado por su socio Fernando Barbachano Herrero se les despejó el camino de la entonces“Reserva Ecológica El Palmar” y su propiedad fue excluida de esa área protegida.
Después de 2017, a través de Inmobiliaria Sisal, más tarde renombrada Inmobiliaria El Palmar Sisal -una Sociedad Anónima de Capital Variable- los Campos Agüero han podido revender a privados y a otras firmas comercializadoras de bienes inmuebles los más de 400 lotes en que dividieron los seis tablajes catastrales que dieron origen a esta “mina de oro”, de flora, fauna y mar.
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Sin embargo, para 2022 (tras lo peor de la pandemia de coronavirus) Víctor Manuel y Daniel Iván Campos Agüero, de manera directa, se relanzaron como promoventes de lo que lleva por nombre Sisal Slab, un proyecto presentado ante la Semarnat con el número 31YU2022TD193, el 18 de agosto.
De acuerdo con el trámite ante la Semarnat con número 31/MC-0113/08/22, Sisal Slab estuvo en revisión hasta el 20 de octubre del 2022, cuando se decidió declararlo “Suspendido por solicitud de calidad de datos”, estado que hasta ayer -cuando se obtuvo una copia de la MIA- conservaba, sin resolutivo.
El resumen ejecutivo del documento, de 255 hojas en total, expone que “el proyecto comprende la construcción de dos torres de departamentos dirigidas hacia el Norte, situadas en el primer tercio del terreno, y una cabaña de madera, así como una vialidad de acceso y un camino serpenteado no pavimentado, a desarrollarse en el lote 5 mil 547 del complejo Paraíso Sisal, de la localidad y puerto de Sisal, comisaría de Hunucmá, Yucatán”.
Destaca que a la revisión de la documentación hay coincidencia en la redacción de las manifestaciones de impacto ambiental (MIA) presentadas para los cambios de uso de suelo de los proyectos Casa Habitación MB, proyecto 2021/31YU2021TD078 y el del llamado Sisal Slab de las dos torres departamentales, el primero promovido por Walter Jesús Méndez Agüero, Representante legal de la Inmobiliaria El Palmar Sisal S.A. de C.V., y el segundo por Víctor y Daniel Campos Agüero.
Aunque son dos empresas distintas las que elaboran las MIA, pareciera que sus páginas corresponden a un machote (documento base) o realizado con la herramienta de “copiar y pegar” en la computadora; tal como se observa en una comparativa que acompaña a este texto.
Más desmonte
Al igual que en el proyecto anterior promovido porWalter Méndez Agüero(POR ESTO! 8 de marzo 2023) los departamentos que promueven las cabezas del llamado Cártel de Sisal están inmersos en dos regulaciones ambientales, según justifica el documento que busca el cambio de uso de suelo.
“1) Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Yucatán, en donde el predio se encuentra en las Unidades de Gestión Ambiental (UGAs) 1A: Cordones litorales y 1B: Planicie Costera Lagunar Baja; 2) Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero del Estado de Yucatán, donde se encuentra en la UGA: HUN02-BAR_AP1-R (Política de Aprovechamiento)”.
Ahí mismo se explica que la superficie de cambio de uso de suelo que se solicita es de 217.13 metros cuadrados, espacio sobre el cual se construirá la obra civil, que irremediablemente obliga al “desmonte y despalme”, en afectación de la misma superficie de vegetación secundaria costera; lo que antes fue reserva ecológica; Sitio Ramsar, por su importancia internacional como sistema de dunas.
Conocedores de la zona que ellos mismos comenzaron a explotar, señalan en el documento que en el lugar donde quieren levantar sus torres, ya “existe tendido eléctrico de media tensión que suministra energía eléctrica a todos los lotes”.
También argumentan que “el abastecimiento de agua potable en la zona es a través de pipas que se adquieren en las comunidades cercanas, o bien por medio de pozos de extracción”; y además, ya cuentan con cobertura de telefonía celular en el área.
Minicompensación
En el cálculo de la inversión, en el documento se presume para la implementación del proyecto la cantidad de $25’000,000.00 pesos mexicanos (veinticinco millones de pesos), suma que se divide “entre los montos de inversión para trabajos preliminares, equipamiento, instalaciones, obras civiles, acabados y demás infraestructura necesaria para su correcta operación”.
En propuesta de fianza, aclaran “una fianza de cumplimiento”, los hermanos Campos estipulan un 0.8% del total de inversión del proyecto, “estimada en función del monto total requerido para la ejecución de las medidas de prevención y mitigación, más los costos de restauración”.
Repitiendo el esquema ventajoso de mitigación de daños, realizan el muestreo correspondiente en el terreno que buscan cambiar en uso de suelo y valoran los recursos biológicos forestales correspondientes a cada especie.
Al igual que POR ESTO!, investigó del proyecto anterior de la Inmobiliaria Sisal, se detectaron -según su estudio- apenas unas cuantas especies como ranas, zenzontles, mapaches, garrobos y unas lagartijas; “si se vendieran los ejemplares considerados… se obtendrían aproximadamente $16,068.06 pesos (dieciséis mil pesos) por concepto de fauna silvestre”; los cuales, obviamente, tendrían que sumar a los 25 millones de pesos que piensan invertir en sus departamentos.
En cuanto al dinero que tendrían que compensar por la flora en el terreno a explotar, se considera la cantidad de “aproximadamente $316,257.08 (trescientos dieciséis mil doscientos cincuenta y siete mil pesos con ocho centavos), como un indicador indirecto de los recursos biológicos forestales relativos a la flora presente, que se afectarían por el cambio de uso del suelo propuesto”.
En el apartado “Pronóstico Ambiental” destaca una justificación manifiesta que revela el estado del sitio en manos de los Campos Agüero. Ahí se señala que “en la zona de influencia en donde se pretende llevar a cabo la implementación del presente proyecto, prevalecen condiciones de continua afectación a la vegetación por actividades de urbanización”; como si esto fuera suficiente para que ya no hubiera motivo que impidiera seguir desarrollando infraestructura habitacional y/o turística ahí.
Sin embargo, la Semarnat que hoy encabeza Jaynet González Alvarado, encargada del despacho, a diferencia de la complaciente en los tiempos de Hernán José Cárdenas López, al menos ha marcado un alto a los Campos Agüero y el proyecto Sisal Slab muestra un estado de “Suspendido por Solicitud de Calidad de Datos”, lo cual brinda una esperanza de que no todo el paraíso está perdido.
Continuará…
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CC