Lo que parecía acabar de la mejor manera las vacaciones de Semana Santa y Pascua con un clima perfecto, cambió en un abrir y cerrar de ojos en el puerto de San Crisanto. El cielo comenzó a verse nublado y las ráfagas de viento comenzaron a incrementar.
Bañistas que llevaron en la jornada dominical comenzaron a retirarse para buscar lugares para poder refugiarse en restaurantes y viviendas para evitar que sean dañados por el fuerte viento que se tenía registrado.
Un remolino se presentó en el centro de la ciudad lo que ocasionó que decenas de personas comenzaran a grabar lo ocurrido, ya que el agua del mar comenzó a subir de manera repentina.
De acuerdo a los residentes, ese fenómeno natural cada año suele hacerse presente en la costa, el cual le llaman el famoso cordonazo. Sin embargo el año pasado no ocurrió lo que se presentó antes del medio día.
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AA