La primera granja de cocodrilos en Tizimín, denominada UMA Chan Aayim (Pequeño Cocodrilo), abrirá hoy sus puertas a los amantes de estos reptiles ofreciendo la posibilidad de interactuar con ellos y brindando pláticas de educación ambiental.
El biólogo Israel Antonio Cervantes Gutiérrez, responsable de este proyecto, señaló que obtuvo el registro ante la Semarnat el 16 de junio de 2022 para criar cocodrilos en cautiverio y está certificada como una unidad para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMA).
Recalcó que es la primera granja de cocodrilos que se encuentra dentro de la ciudad, en la calle 39 entre 36 y 38, y funge como un nuevo atractivo turístico que permitirá fomentar la educación ambiental, concientización, cuidado de las especies, manejando caimanes de anteojos, aligátors americanos y moreletis pequeños para que todos los pequeñines puedan interactuar con ellos y experimentar lo que se siente tocarlos de una manera segura y bajo la vigilancia y supervisión de expertos.
Expuso que esta iniciativa nació su pasión por estos saurios desde los 18 años de edad, cuando por vez primera tocó un ejemplar y a partir de ahí se adentró a la sabana para observarlos por horas en su hábitat natural, estudiando su comportamiento para luego tomar cursos en Campeche y Veracruz, así como aprender de manera autodidacta su manejo a través de videos que presentaban expertos en la red, para posteriormente involucrarse en el rescate de estos reptiles, externando que la granja cuenta con cinco ejemplares rescatados en la ciudad de Tizimín e incluso uno de ellos en los trabajos del Tren Maya en Campeche.
Además de que su estrella estelar es Don Coco, un cocodrilo de la especie moreleti de 170 kilogramos rescatado en un rancho de Panabá y con el que interactuará para mostrarle a los asistentes como atrapa su comida y caza, entre otros de sus hábitos.
Cuenta también con espacios de convivencia, de camping, para tomarse fotografías del recuerdo, para las exhibiciones de los animales y con una réplica de un cocodrilo acutus de seis metros de largo, señalando que ha tenido la dicha de manejar un ejemplar de cuatro metros gracias al experto en cocodrilos Gerónimo Domínguez Lazo, uno de sus instructores.
Puntualizó que los cocodrilos no son animales extremadamente peligrosos, mortales y asesinos como los suelen estereotipar, sino simplemente hay que respetar su espacio.
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CC