Parcelarios reportaron afectación en los cultivos a causa de las aves silvestres. Explicaron que por la sequía extrema que atraviesa la región, estos animales han comenzado a buscar su alimento en las plantaciones que hay dentro de la localidad, lo que podría causar una pérdida en la cosecha por la depredación.
Arcadio Aguilar, campesino, señaló que desde que comenzó la seca y sus plantas de frijol maya comenzaron a producir, las aves como el chel y la yuya se han encargado de alimentarse de las varas y las flores que comienzan a colgar, lo que reduce la productividad de la cosecha: “Mucho pájaro está entrando a comer el espelón por la sequía que está haciendo, siempre pasa eso cada año cuando no tienen comida en los montes”.
Dijo que en esta temporada realizó una plantación de ocho mecates de este frijol y antes que comiencen a madurar las varas, las aves han ingresado en grandes parvadas a bajar el fruto antes de su tiempo, pues el labriego explicó que estos animales se alimentan de las semillas. A pesar de que hay presencia de humanos en el terreno por la mañana, es imposible espantar a los animales.
La falta de lluvia que se ha presentado ha ocasionado que cada vez más animales comiencen a bajar a las milpas para alimentarse de las siembras de los campesinos.
Apuntan que, de haber una fuerte lluvia, el monte podría recuperarse en un tiempo corto y la fauna comenzaría a dejar de llegar en estos lugares en donde han estado afectando de manera directa a los parcelarios.
Sin embargo, Arcadio aseguró que los espantapájaros que solían colocar tradicionalmente tiempo atrás para ahuyentar a los animales han dejado de funcionar, ya que las aves ya no los respetan, debido a que su hambre las orilla a exponerse para buscar su alimentación.
“Antes colocaba telas, con eso se espantaba los pájaros y otros animales, ahora ya ni eso respetan, el animal entra a buscar su comida porque le hace falta”. agregó don Arcadio.
Uno de los horarios en los que las cosechas corren más peligro en las milpas, es cuando el Sol se va ocultando, ya que es uno de los momentos cuando los animales comienzan a asomarse por la ausencia de los labriegos y la milpa se encuentra solitaria, sin ruido que pueda ahuyentarlos.
“Cuando estamos aquí por la mañana podemos espantar a los animales, pero cuando ya nos retiramos en las tardes es cuando entran, al día siguiente vemos qué tienen comido”.
Hasta ahora, el campesino apuntó que la presencia de estas aves presenta una plaga para ellos, ya que son los principales devoradores de sus cultivos y los causantes de la baja que se podría presentar en las próximas semanas: “Mucho fruto que no está maduro se lo están comiendo, al igual que las flores, eso hará que no haya mucha productividad. Urge una lluvia para que puedan mejorar los montes”.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC