El espeleólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Roberto Rojo, instó a levantar la voz en casos puntuales de invasión a zonas protegidas y ecocidios, como sucede en Paraíso Sisal, con el proyecto de los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero.
“Cada ecocidio debe ser atendido porque nos estamos acabando el mundo, ya no solo es Yucatán, Campeche o Quintana Roo. Tenemos que ser una sociedad informada, vigilante y activa. Es la única forma en la que vamos a resolver las grandes problemáticas en conjunto”, expuso. Como POR ESTO! informó, agrupaciones en el Estado se están aliando para afrontar la deforestación, contaminación e invasión recurrentes con una defensa al territorio.
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Por ello, Rojo, experto radicado en Quintana Roo, se dijo “un ciudadano ocupado y preocupado por estas cuestiones”. “Estamos dañando los ecosistemas y no nos cabe en la cabeza que los problemas son globales”, reiteró y puso como ejemplo: “Si tiran selva en Asia, nos da COVID en el resto del mundo, si la tiran en el Amazonas, ya no llega sargazo al Caribe y si dañan la selva de Quintana Roo se da un brote de leishmaniasis, como actualmente sucede”
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A estas alturas, el peligro en la región es latente porque “un megaproyecto tiene megaproblemas”, sin importar dónde se encuentre y cuáles sean sus características y “beneficios”.
“No solo es la cuestión ambiental que es terrible. Se tiene problemas muy serios en la Península de Yucatán desde hace muchos años con las granjas porcícolas, inmobiliarias, ecocidas”, expuso.
Rojo opinó que es una situación recurrente con la que se topan los defensores de la naturaleza como él, quien lleva 20 años en la lucha en diversos frentes.
“Cuando tú vas con las autoridades, denuncias, pero en estos casos son ellas las perpetradoras de la violación de la Ley, que ha sido el caso de la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente)”, dijo.
“Acudimos como ciudadanos y estamos en la indefensión total”, lamentó. “El mensaje, entonces, es que pareciera que las leyes no sirven para nada y eso no lo queremos. En México debe permanecer y ejercerse la ley”, apuntó.
En sus acciones de concientización, Roberto Rojo planteó dos visiones, ante su experiencia y conocimiento de otras obras que ponen en riesgo las zonas protegidas de la Península. “Estamos los que nos importa la naturaleza, los que hemos visto el deterioro ambiental a lo largo del tiempo en esta región y que estamos sumamente consternados por las problemáticas ambientales que hemos vivido desde hace mucho tiempo”, le dijo a un medio electrónico.
“Y, por otro lado, se encuentra el otro sector que no toma en cuenta nada respecto del medio ambiente y solo ve el beneficio económico que vende este proyecto”, agregó.
En ese segundo apartado, caben perfectamente los hermanos Campos Agüero con todas las afectaciones que han provocado en la naturaleza, con las alteraciones sufridas en las playas del Pueblo Mágico debido la presencia de geotubos.
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CC