Numerosos niños del municipio de Acanceh, Yucatán, trabajan durante estas vacaciones de Verano con el fin de apoyar a sus familias económicamente; sacrifican su diversión y pasatiempos para vender frutas, elotes y golosinas.
A pesar de que el trabajo infantil está prohibido, pequeños de la localidad y de otros municipios se dedican a la venta de diferentes productos.
De acuerdo con Alejandro Caamal Pech, los padres de estos menores no deberían permitir que ellos trabajen de esta manera, ya que la Ley lo prohíbe.
Ciudadanos mencionaron que los niños tienen que laborar para solventar sus gastos diarios y apoyar a sus familias.
Noticia destacada
¡Se cae a pedazos! Ayuntamiento de Acanceh, sin interés de rescatar antigua estación del tren
En las diferentes calles se puede observar a menores de edad vendiendo frutas, dulces y elotes, situación que polariza la opinión de los pobladores, pues para unos es mal vista, pero para otros es un gran ejemplo de esfuerzo y dedicación para salir adelante y apoyar en el gasto familiar.
Gilberto Pacheco C., jefe de familia de uno de los menores que comercializa golosinas, señaló que su hijo “lo hace a pesar de que le hemos pedido que lo deje, pero dice que lo que vende le sirve para comprar sus gustos”.
Asimismo, Josefina Chan Chalé, ama de casa, indicó que conoce a varios niños que en estas vacaciones optaron por no pasear y divertirse para ayudar a sus padres ofertando artículos.
“Lejos de criticar a sus padres hay que valorar lo que estos menores hacen, hay que tomar en cuenta que en muchas familias viven una dura situación económica, aunque los padres de familia trabajen, lo que ganan no es suficiente para los gastos”, indicó la mujer.
En la localidad también llegan jovencitos que recorren las calles vendiendo elotes y otras fritangas.
César M.T., de 16 años, señaló que recién terminó la secundaria y que viene de Muna para vender sus elotes y hojarascas.
Mencionó que junto con su madre y hermanos llegan dos veces a la semana para vender en el mercado, pero cuando las ventas están muy bajas se ven en la necesidad de recorrer las calles para ofrecer los productos.
Así como estos jovencitos, hay muchos más que se pueden ver en las calles vendiendo dulces, acciones que realizan a pesar de estar en vacaciones y que sacrifican diversión y paseos para reunir dinero y apoyar en los gastos del hogar.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
GC