En el extremo oriente de la ciudad de Progreso, lo que causó el aviso a las autoridades ecológicas fue el avistamiento dentro de un predio, pero de una serpiente de casi dos metros de largo que originó el terror de un matrimonio tras regresar de hacer sus compras a la zona Centro del municipio.
El proceso fue más sencillo en esta ocasión y solo se necesitaron de dos elementos para meter dentro de un contenedor al animal rastrero, que aunque no resultó ser venenoso sí pudo haber causado lesiones mayores a través de su picadura.
Tras hacer una inspección en el lugar para asegurarse los elementos que no había otro ejemplar cerca, se procedió a liberar a la serpiente en la reserva natural “zona cero” que se encuentra en uno de los tramos de la carretera que conecta a la comisaría de Chicxulub con Progreso.
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JG