Los sucesos que han ocurrido en la costa de Yucatán, en específico los constantes operativos y últimamente el accidente que se suscitó el domingo cuando un yate pasó encima de un velero, han generado quejas respecto a la seguridad que se vive en altamar, tanto para el sector pesquero como para los mismos navíos de recreo.
Tal y como dimos a conocer, de ese incidente salieron seis lesionados, tres de ellos graves entre los cuales, había una persona de la tercera edad. Todos fueron atendidos en un hospital privado del centro de la ciudad y continúan tres pacientes en recuperación.
Las quejas se fueron sobre todo para autoridades como la Capitanía Regional de Puertos y organismos dedicados a la vigilancia dentro del mar que rodean a las playas del municipio, ya que ha trascendido que el yate involucrado, presuntamente circulaba a velocidad alta.
“Es un peligro que no haya la vigilancia suficiente en el mar, por la gente que está en otros yates y sobre todo para los vehículos acuáticos vulnerables como es el caso de las motos”, expresó el pescador Álvaro Canché.
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“Se necesita mucha regularización y no se ve que haya mano dura con los permisionarios”, añadió el ocasionalmente capitán de uno de estos navíos.
A pesar de que en los últimos 10 años únicamente se tiene registrado el caso de una persona fallecida en una embarcación de recreo, han sido constantes los sucesos donde incluso se ha ameritado la presencia de persona de la Secretaría de Marina Armada de México para salvaguardar las integridades de los pasajeros.
De hecho, sólo en los últimos días de junio y el mes que recién concluyó, aparte de la colisión marítima del domingo, se presentaron más de cinco operativos en altamar, que incluyeron desde tripulaciones a bordo de yates a la deriva hasta un navío de estos incendiándose cerca del Muelle Fiscal y a escasas millas náuticas de la orilla del Malecón Tradicional.
Otras quejas recaen en las bebidas alcohólicas que son consumidas en abundancia por los pasajeros de los yates y hasta por visitantes que bajo estado etílico manejan motos marítimas a velocidad inmoderada, poniendo en riesgo las integridades de quienes suelen acompañarlos en estas travesías.
“Hace una semana exactamente vimos pasar una embarcación tipo yate a toda velocidad y con al menos 12 personas en total estado de ebriedad”, señaló Mauricio Briceño, residente veraniego de la tercera edad.
“Se necesita mucha vigilancia, ya ni siquiera podemos estar seguros en el mar”, apuntó.
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GC