Yucatán

Paracaidistas de Celestún huyen a operativo de desalojo; usan maquinaria para abrir brechas en la playa

Autoridades de Yucatán llegaron a las costas de Celestún para desalojar a invasores que usan maquinaria pesada para desmontar, pero ya habían huido
Uniformados llegaron a bordo de ocho camionetas, patrullas, dos unidades de bomberos / Nery Morales

Apoyado por la Guardia Nacional, la Policía estatal desplegó un intenso operativo con más de 100 elementos, que incluyó hasta bomberos y paramédicos, para detener a presuntos invasores de terrenos costeros en Celestún, que empleaban maquinaria para abrir brechas en la playa.

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El despliegue de fuerzas no rindió frutos, pues se presume que los “paracadistas” recibieron el “pitazo” y huyeron del lugar; la operación policiaca duró apenas 10 minutos y no hubo detenidos. Regresaron una vez que los agentes se habían retirado.

Los paracaidistas alegan que los terrenos que ocupan son de ellos y que están ahí para defender lo que les pertenece.

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La policía realizó la movilización cerca de las 13:00 horas, sobre la calle 12, en la zona Oriente de la playa, que es una carretera sin pavimentar, que parte desde la pequeña base de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la ruta a El Palmar.

Los uniformados llegaron a bordo de ocho camionetas, patrullas de la Guardia Nacional, dos unidades de bomberos y dos ambulancias. Rodearon un predio donde se presumía que estaban escondidos los paracaidistas.

No obstante la “alarma” que generó en los pobladores el fuerte operativo, los agentes recorrieron un predio particular, obra negra, algunas calles y veredas, y no encontraron a los “paracaidistas”. Algunos salieron con anticipación y se escondieron en el “monte”.

Los agentes no permanecieron en el sitio ni montaron guardia, solo se retiraron.

POR ESTO! constató posteriormente que el predio revisado por la policía tenía en su interior restos de envases de agua y refrescos enlatados, y un cuchillo. Ese sitio les servía, aparentemente, para hacer turnos de “guardias”.

Uno de los vecinos expuso que desde hace dos administraciones hay un conflicto por la zona entre ocupantes antiguos y algunos propietarios recientes, quienes han metido maquinaria pesada para abrir brechas y desmontar, lo que ha dañado el “botoncillo” (mangle) y la fauna que aloja este tipo de vegetación, así como a la duna.

Además, un grupo monta guardia entre los matorrales e impide que otros realicen obras de construcción. Han impedido el ingreso de topógrafos e ingenieros.

Los presuntos paracaidistas, como la señora Geidy Solís, expresaron que lo único que están haciendo es proteger sus propiedades ante la ocupación de algunas personas que, sin tener conciencia del daño al medio ambiente, están haciendo casas enormes, y les están arrebatando a antiguos los terrenos que ocupan.

La regidora Saidy Chay Pinzón confirmó que el problema de la ocupación en la playa es viejo y que se viene arrastrando desde hace dos administraciones. Cuestionada sobre el desmonte en la zona, dijo que desconoce si hay obras porque hace tiempo que no va por ese lugar.

Geidy Solís declaró que al proteger lo que les pertenece lo hacen entre el miedo y la tensión. Tienen desconfianza de las personas que cruza por esa zona y por eso cuidan lo que les pertenece. 

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LV