Este fin de semana se vio marcado por los efectos del Frente Frío número 28, siendo el turismo, el comercio y la pesca los tres ámbitos donde más repercutió la baja de actividad en Progreso.
Pese a ello, un hecho trascendente en la jornada dominical fue el aumento de elementos policiacos en la zona costera, posiblemente a fin de reforzar la seguridad, luego del deceso de un bañista que la semana pasada se metió al mar y fue víctima del cansancio junto con un agresivo oleaje.
Lejos de las altas temperaturas para colocar camastros y sombrillas con mesas de descanso, el día comenzó con un viento nublado y ráfagas de viento de hasta 60 kilómetros por hora en la costa de Yucatán, dejaron sin posibilidad de trabajar a varios negocios de esta parte de la ciudad.
“Hace dos semanas había cielo nublado, pero nada de lloviznas y viento agresivo, eso provoca que no se pueda hacer nada en el mar, a menos que se sepa nadar y se conozca el mar para saber cuándo retornar. Ahora es peligros y eso causa que la gente se aleje de la playa”, indicó Genaro Chávez, trabajador del primer cuadro de la ciudad.
Otra situación que cambió fue que en esta jornada dominical no hubo atraque de crucero. Incluso el jueves pasado, se tuvo la primera cancelación del año debido a los efectos de los frentes fríos, los cuales suelen culminar en antes del primer trimestre.
Contrario a lo que se esperaba, los visitantes permanecían en su mayoría dentro de la zona de concreto, tomando cervezas o degustando ceviche, aunque sin quitarse el abrigo para el frío que se tuvo. Un porcentaje menor sí acudió al mar, aunque bajo supervisión de autoridades que recorrían a bordo de vehículos y a pie la zona del malecón “Romeo Frías Bobadilla”.
“Nos informamos en redes sociales de lo que podía ofrecernos Progreso y no queríamos perdernos la posibilidad de tomarnos una foto con el muelle fiscal de fondo. A pesar de que esperábamos un mejor panorama, no nos quedamos con las ganas y rentamos por casi doscientos pesos una palapa. La gente local nos comentó que este tipo de climas es poco usual para disfrutar un día en cualquier playa de Yucatán. Vamos a tener que volver para las vacaciones de verano”, manifestó Guadalupe Peralta, ingeniera que llegó desde la costa de Baja California.
El sector que más generó visitas fue el gastronómico, aunque varios colaboradores de los restaurantes situados en toda la prolongación del malecón no pudieron otorgar servicio en la arena debido a la arena que no dejaba tener un pasadía a los turistas.
Lo que no faltó fue la venta de cerveza y la compra de las afamadas marquesitas. Incluso en este tipo de puestos se pudieron ver largas filas de visitantes que esperaban llenar sus neveras de bebidas alcohólicas o con familias que gustaban de adquirir los segundos productos mencionados hechos en su mayoría con relleno de queso de bola.
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JG