Con la encomienda plasmada en la frase “Vayan e inviten a todos al banquete”, con una caminata y con una misa la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe celebró el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND).
La caminata fue protagonizada por niños de la catequesis infantil y partió a un costado del parque de la Rejollada hasta concluir en el templo Guadalupano, durante el recorrido los pequeños estaban ataviados con prendas de colores representativas de cada continente, portando banderitas y emitiendo cánticos hacia el Creador.
A su llegada al Santuario de la Morenita del Tepeyac se sumaron a un momento de ambientación coreando cánticos que les compartía el equipo de animación en los que ejercieron la invocación, de Jesús y de la misión.
Posteriormente, participaron en la misa oficiada por el Párroco Fermín Rigoberto Nah Chí en la que se enfatizó la importancia de que el evangelio debe ser anunciado en los cinco continentes y que cada miembro de la iglesia tiene como misión ser portavoz del mensaje del Creador.
El Sacerdote resaltó que en el bautismo los cristianos recibieron la vida divina y gracias a eso son profetas, anunciadores del misterio de Cristo por él enviados, recalcando que a partir de ahí se convirtieron en misioneros y evangelizadores, por lo que se les exhortó a no quedarse con el conocimiento de Jesús, sino compartirlo a donde vayan y donde se encuentren, porque la misma vida es una misión para anunciar la buena nueva del evangelio.
También les recordó a los niños que están llamados a orar y ayudar a mover el corazón de todos para compartir la fe y la caridad con los misioneros que se encuentran en territorio de misión.
Les puntualizó que este mes de octubre como cada año tienen la oportunidad de reflexionar sobre el ser de la iglesia que es misionera y de orar por todos los misioneros y para que surjan más, para ello les expuso que podrán apoyarse en el rosario misionero en familia todos los días de este mes asumiendo su identidad cristiana llevando a cabo el mandato de Jesús.
Los grupos juveniles también tuvieron momentos de oración y de invocación al espíritu santo, la virgen maría y de la misión, además de que se les concientizó en torno a que esta celebración tiene doble dimensión de la misión, la personal y la eclesiástica, esto aunado a que se les exhortó a que se pongan de nuevo en camino, iluminados por el encuentro con el Resucitado y animados por su espíritu saliendo con los corazones fervientes, los ojos abiertos, los pies en camino para encender otros corazones con la palabra de Dios, abriendo los ojos a Jesús eucaristía e invitando a todos a caminar juntos por el sendero de la paz y de la salvación que Dios en Cristo ha dado a la humanidad, además de que se les motivó a no quedarse con el conocimiento de Jesús, sino compartirlo a donde vayan y donde se encuentren porque la misma vida es una misión para anunciar la buena nueva del evangelio.