Yucatán

Motul se queda sin mujeres rezadoras para Hanal Pixán

Debido a que hay menos rezadoras en Motul, quienes realizan esta práctica se encuentran saturadas de trabajo en fechas de los difuntos
A poco más de una semana del Hanál Pixan, las devotas ya no tienen espacio en sus agendas / Isaí Dzul

“Cada vez somos menos las rezadoras que hay en la ciudad, muchas ya murieron y nosotras vamos detrás de ellas”, dijo la septuagenaria Asunción Campos, rezadora de Motul. La devota aseguró que cada vez son menos las personas que se dedican a esto y ahora que se avecina el Hanal Pixán muchas familias se quedan sin plegarias.

A una semana de la llegada del Día de Muertos, las pocas rezadoras que quedan ya cuentan con agenda llena, lamentando que actualmente no haya más personas que se dediquen a este oficio, sobre todo en la ciudad.

Asunción recordó que desde muy pequeña aprendió esta labor y hasta la fecha la sigue realizando, según haya eventos.

La entrevistada alegó que desafortunadamente, muchas de las personas no podrán llevar a cabo rezos tradicionales en la celebración a sus difuntos, pues la mayoría de ellas ya tienen compromisos en domicilios particulares y en el panteón.

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“Ya quedamos muy poquitas rezadoras, antiguamente había muchas, pero ellas ya murieron, ahora nosotras estamos de paso, incluso las que eran muy conocidas ya partieron al otro mundo”, comentó.

Matilde Chan y Ku, otra de las devotas, señaló que actualmente las personas ya casi no hacen esta práctica y las que sí, suelen hacerlo de manera incorrecta y lucrando con ella. También explicó que un rezo se hace en una hora aproximadamente, dependiendo de lo que se requiera. “Hay quienes aseguran rezar y lo hacen en 15 o 20 minutos, eso no es así. Además, que cobran una suma muy fuerte”, expresó.

La modernidad que se ha apoderado de la sociedad ha ocasionado que muchas de las personas se alejen de estas antiguas prácticas que aún tienen mucha demanda, principalmente en el Hanal Pixán y rezos a la Guadalupana. “Rezar es algo que se aprende desde chicos, es tenerle amor a las palabras que se va a leer a la persona fallecida o la imagen religiosa”, comentó.

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A finales de este mes las entrevistadas señalaron que se encuentran con la agenda llena a partir del 30 y todo el mes de noviembre. Por su edad y estado de salud, la gran mayoría de estas orantes prefiere limitar la oferta de sus servicios. “Yo en su momento andaba en más de 10 casas rezando todos los días durante el mes de noviembre, me pedían ir al cementerio a orar, yo iba, ahora sólo iré a las casas de las familias más cercanas”, dijo Asunción.

Las devotas consideran que tan sólo en un par de años, ya no habrá buenas rezadoras en la ciudad, pues la juventud no muestra interés en aprender y mantener viva esta vocación, que les ha ayudado a ganarse la vida a muchas. “Rezando es como salí adelante, todo el año somos solicitadas. En las casas donde ando me dan comida y me pagan lo que sea voluntad de la familia”, recordó.

En las próximas semanas, las rezadoras de la ciudad estarán efectuando sus plegarias a los santos difuntos como dicta la tradición.