Desde hace más de 30 años, don Francisco Vázquez y doña Elsy María Huc, se dedican a la elaboración de mucbipollos. Su actividad que se incrementa sobre todo en eventos como el de ayer, pues participaron en la Feria del Mucbipollo, en la que vendieron más de 120 pibes.
Desde el viernes por la tarde, la familia comenzó la meticulosa preparación. “Los niños empezaron desgranando alrededor de 90 rollos de xpelón, mientras nosotros nos encargamos de limpiar las hojas y amasar los 250 kilos de masa que utilizaremos”, relata don Francisco, quien nos recibió con el aroma inconfundible del col y el achiote llenando su cocina. La atmósfera vibraba con el ajetreo y la complicidad familiar, mientras sus nietos y su esposa unían esfuerzos en cada paso de la receta.
A pesar de sus problemas de artritis, doña Elsy se convierte en una experta artesana del mucbipollo. Junto a su nuera y vecinas, con un ritmo coordinado, logró formar más de 10 piezas en menos de 20 minutos, dejando claro que la pasión supera cualquier obstáculo. “Aunque tenga dificultades de salud, nada la detiene. Cocinar este manjar es una alegría para ella, especialmente en esta temporada”, comparte don Francisco con orgullo.
El trabajo en equipo se extiende a cada rincón de la cocina. Su hijo y su nuera colaboran vigilando las ollas en las que se cocina el col, y cortando los ingredientes frescos como cebolla y jitomate. Cada miembro de la familia asume un rol esencial, honrando la tradición y compartiendo el esfuerzo.
En su cocina económica, bautizada en honor a doña Elsy, la familia también experimenta con versiones de mucbipollo que atienden la demanda de sus clientes: desde opciones de mariscos hasta versiones veganas y vegetarianas. Sin embargo, don Francisco subraya que el auténtico mucbipollo sigue siendo el clásico de pollo y puerco. “No es lo mismo”, afirma, defendiendo el sabor y la tradición que ha mantenido viva durante décadas.
En compañía de sus familiares y el trajín de la elaboración de los mucbipollos, don Francisco y doña Elsy nos comentaron que seguirán elaborando los pibes hasta que el cuerpo aguante y la salud se los permita.
JY