En una sesión del pleno del Congreso del Estado, el diputado del distrito 17 y presidente de la Junta de Gobierno, Wilmer Manuel Monforte Marfil, presentó una iniciativa para reconocer las festividades en honor a los Santos Reyes de Tizimín como Patrimonio Cultural Inmaterial de Yucatán, y así proteger una de las fiestas tradicionales más emblemáticas y tradicionales de la entidad.
Acudieron al Congreso del Estado para ser testigos de la presentación de la iniciativa el alcalde de Tizimín, Adrián Quiroz Osorio, los diputados de la Feria encabezados por su presidente, José Ceh Magaña, palqueros y representantes de los gremios.
En su intervención en la máxima tribuna del estado, el diputado señaló que las fiestas tradicionales cuentan con raíces antiguas y permiten que saberes, valores, creencias y costumbres se transmitan a través de generaciones, formando una identidad colectiva.
Erik Ojeda Novelo, director del Instituto de Investigaciones Legislativas de Yucatán, destacó que según la tradición oral del municipio de Tizimín, desde el período prehispánico la región era un centro de peregrinaciones vinculadas al culto a deidades mayas relacionas con elementos de la naturaleza como el agua, el viento y la tierra, y que a la llegada de los franciscanos y para generar una unión entre culturas, se instituyeron como patronos de la localidad a los Tres Santos Reyes.
El Legislador argumentó que la iniciativa buscar reconocer la fiesta de Tizimín por su magnitud, antigüedad y su papel fundamental en las creencias, historia, identidad y cultura de los yucatecos.
“El conjunto de tantas y tan nutridas expresiones tradicionales han convertido a esta celebración en la más grande de las fiestas populares del estado de Yucatán”, enfatizó.
Monforte subrayó que las festividades de Tizimín con más de 400 años de historia están también vinculadas a los ciclos agrícolas, principalmente a la cosecha de maíz, además resaltó que esta fiesta es un recordatorio vivo de la mezcla de culturas y un referente de las tradiciones.
Por la riqueza cultural que refleja, la ciudad se ha convertido en el destino predilecto de una gran cantidad de visitantes, pues recibe a miles de peregrinos y personas de todo el estado y del sureste del país, muchos de ellos originarios de las comunidades mayas de Yucatán y Quintana Roo.
De igual forma, también llegan visitantes a esta ciudad de otros estados de la república e inclusive de otros países, lo que refleja la magnitud de la festividad.
“Esta fiesta que, si bien significa una derrama turística y por ende económica para la población, es principalmente una muestra de nuestra cultura y tradiciones que pone a la ciudad de Tizimín en los ojos del mundo por lo que debe ser promovida y conservada”, comentó.
La propuesta será ahora analizada y debatida por los Legisladores para su posible aprobación con el objetivo de garantizar la conservación y el reconocimiento de una de las tradiciones más grandes de Yucatán.