La partida de Alicia Figueroa González el pasado 17 de diciembre de 2024 en la ciudad de Mérida, Yucatán, deja un vacío que trasciende los lazos familiares para tocar los cimientos de la sociedad yucateca. Nacida en Cuba el 16 de octubre de 1936, Alicia no solo construyó un hogar en tierras mexicanas, sino que sembró en esta tierra un legado de amor, trabajo y dedicación que hoy celebramos con gratitud y nostalgia.
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Fallece doña Alicia Figueroa González, mujer de lucha y amor inquebrantable; fue auténtica compañera de don Mario Renato Menéndez
Más allá de ser la esposa de Mario Renato Menéndez Rodríguez, fundador del periódico POR ESTO!, Alicia Figueroa fue un pilar en la consolidación de este medio como un referente en el periodismo regional y nacional. Su labor como directora de Relaciones Internacionales marcó un antes y un después, llevando las historias de Yucatán a escenarios más amplios y contribuyendo a que la verdad llegara al corazón de sus lectores.
En una época donde el rol de las mujeres en posiciones de liderazgo no era comúnmente reconocido, Alicia se destacó por su capacidad de trabajo y su inquebrantable compromiso con los ideales de justicia y equidad que caracterizaron al periódico.
Sin embargo, su impacto no se limitó al ámbito profesional. Alicia Figueroa fue una promotora incansable de la cultura y las tradiciones de Yucatán, abrazando con pasión su identidad adoptiva sin olvidar sus raíces cubanas. Su amor por la tierra que la acogió es un recordatorio de que el sentido de pertenencia no se mide por el lugar de nacimiento, sino por los actos que fortalecen el tejido social y cultural de una comunidad.
La familia Figueroa Menéndez, encabezada ahora por su hija, Alicia Menéndez Figueroa, directora general de POR ESTO!, enfrenta un desafío monumental: continuar el legado de sus padres bajo los mismos principios de ética, justicia y compromiso social. La huella de Alicia en su hija es evidente, y la comunidad confía en que este legado seguirá iluminando el camino del periodismo en la región.
Alicia fue también el equilibrio perfecto en la vida de Don Mario, quien solía destacar que sus mayores logros no habrían sido posibles sin el apoyo incondicional de su esposa. Su relación fue un ejemplo de amor, respeto mutuo y trabajo en equipo, una unión que no solo benefició a su familia, sino también a la sociedad que ambos decidieron servir con tanto esmero.
Hoy, Yucatán despide a una mujer cuya vida fue una constante fuente de inspiración. Alicia Adelaida Figueroa González nos enseñó que la grandeza se encuentra en los pequeños actos de amor y dedicación, y que el verdadero impacto de una persona se mide por las vidas que toca y los cambios que inspira.
La recordaremos no solo por su calidez humana, sino también por su firmeza para defender la verdad y sus esfuerzos incansables por preservar el patrimonio cultural de esta tierra. Su memoria perdurará como un faro de esperanza y un ejemplo para las generaciones futuras.
Descanse en paz, Alicia Figueroa González. Su vida y obra seguirán siendo un ejemplo vivo de cómo el amor por una causa, una familia y una tierra puede transformar el mundo.