La alta demanda de casas en Yucatán ha catapultado los precios a niveles inesperados e históricos, al colocarse el estado como el cuarto en el ranking nacional con las viviendas más caras del país, tan sólo superado por Ciudad de México, Baja California Sur y Querétaro, en ese orden.
El informe más actualizado de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), de julio-septiembre del 2024, muestra que el precio promedio de una casa en Yucatán es 2 millones 63 mil 701 pesos, 37 mil 565 pesos más que en el periodo abril-junio, lo que no representa un alza impactante; sin embargo, en comparación con el tercer trimestre de 2023, es decir, un año antes, el alza es de 17%, unos 300 mil 100 pesos más.
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La constante subida de precios en Yucatán, impulsada en gran medida por la creciente inmigración al estado y la alta demanda de viviendas, ha consolidado su posición en el top five nacional de los estados con los precios inmobiliarios más altos. En pocos años, Yucatán ha pasado de estar en el octavo lugar en el ranking nacional al cuarto, superando a estados como Morelos, que hasta el trimestre anterior se encontraba en esta posición.
Este aumento se ha observado a lo largo del año. Al inicio del 2024, el precio promedio de una casa en Yucatán era de 2 millones 29 mil 8 pesos; para septiembre, esa cifra había subido 34 mil 693 pesos, lo que refleja un incremento de 1.7% en apenas nueve meses. La SHF destaca que Yucatán fue uno de los pocos estados que mostró una ligera reducción en los precios entre abril y junio, aunque la disminución fue mínima, del 0.1%, insuficiente para contrarrestar la presión al alza que ha mantenido al estado entre los más caros del país.
Alarmante situación
La situación genera preocupación entre los especialistas, que ven un riesgo potencial de que esta burbuja estalle, afectando tanto a los compradores como al mercado inmobiliario en general. Las propiedades continúan encareciéndose, y aunque se trata de un atractivo para la inversión, también se vuelve un desafío para las familias locales, que ven alejarse la posibilidad de adquirir una vivienda en su propio estado.
Este contexto hace que los expertos insten a que se realicen análisis de mercado más exhaustivos y que se desarrollen políticas de vivienda accesible que permitan frenar la presión inflacionaria. La “burbuja inflacionaria” de Yucatán no solo es un tema económico sino también social, ya que los precios elevados restringen el acceso a la vivienda para sectores vulnerables, y afectan la estabilidad económica de las familias que buscan asentarse en la región.