Las marinas turísticas se han consolidado como un pilar fundamental para el sustento de las familias en la costa yucateca, no sólo por su capacidad para ofrecer sueldos competitivos, sino también por su impacto directo en la economía local.
Estas instalaciones náuticas, ubicadas en el puerto de abrigo de Yucalpetén, han creado una red de empleos que beneficia a decenas de trabajadores en el sector y han demostrado ser esenciales para el crecimiento y desarrollo de la región.
Miguel Chavarría, trabajador de una de las marinas comerciales de Progreso, expresó la necesidad de fortalecer el sector náutico, destacando que, con el impulso adecuado, se podría aprovechar la derrama económica que esta actividad representa.
Las 35 agrupaciones de marinas en el municipio operan bajo estrictos parámetros y regulaciones que garantizan un funcionamiento seguro y eficiente, lo que refuerza la confianza de los inversionistas y usuarios.
Gracias a la buena organización y el funcionamiento de estas marinas turísticas, el puerto de abrigo de Yucalpetén se ha convertido en un polo náutico de gran relevancia en Yucatán. En los últimos años, se han realizado ampliaciones, nuevas inversiones y creado espacios adicionales para albergar un mayor número de embarcaciones.
Este crecimiento ha permitido que la comunidad continúe generando empleos en el sector náutico, ofreciendo una variedad de puestos que van desde operativos hasta técnicos altamente capacitados.
José Huchim, encargado de una de estas marinas, dijo que, de aprovecharse el potencial de estos espacios y de atraer más embarcaciones de recreo, se podría incrementar significativamente la cantidad de naves en la comunidad.
Actualmente, Progreso alberga aproximadamente 2 mil embarcaciones, pero las 35 marinas cuentan con la capacidad para recibir hasta 3 mil. Este incremento no sólo supondría un crecimiento en el número de naves de recreo, sino también en la creación de empleos de calidad, con sueldos competitivos para quienes operan y mantienen las instalaciones.
De acuerdo con la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), todas las marinas privadas en Yucalpetén están regularizadas y cumplen con las normativas y medidas de seguridad establecidas. Estos permisos incluyen los derechos de la Zona Federal Marítimo-Terrestre (Zofemat) y de agua, entregados a los propietarios de estos espacios tras cumplir con los estándares exigidos por las autoridades marítimas.
Este proceso asegura un ambiente seguro tanto para las embarcaciones como para los usuarios, lo que fomenta la confianza en la utilización de los servicios de resguardo.
Mario Esquivel Ríos, presidente de Asociados Náuticos de Yucatán, comentó que tanto las actividades de pesca deportiva como las marinas turísticas representan una fuente de ingresos importante para la región, contribuyendo significativamente a la derrama económica local.
En el caso de la pesca deportiva, cada salida al mar de una embarcación puede generar una inversión de entre 5 mil y 20 mil pesos, dependiendo del tamaño de la nave, debido al consumo de combustible y otros productos adquiridos en Progreso por los propietarios de las embarcaciones.
El impacto de las marinas no sólo se limita a la actividad económica de las embarcaciones, sino que también genera una considerable cantidad de empleos bien remunerados.
Para que una embarcación salga del puerto, se requiere personal capacitado, como capitanes de barco y técnicos en navegación, quienes deben contar con documentos certificados por la autoridad marítima, según lo establece la Capitanía de Puerto. Esta necesidad ha dado lugar a la contratación de trabajadores especializados para la operación de las naves, lo que ha incrementado la demanda de empleos en la región.
Actualmente, las marinas en Progreso emplean a aproximadamente 2 mil personas, quienes operan las 2 mil embarcaciones que se encuentran en las 35 instalaciones existentes. Los sueldos varían entre 10 mil y 50 mil pesos mensuales, dependiendo del tamaño de la embarcación y las responsabilidades dentro de la misma, lo que representa una fuente de ingresos significativa para las familias locales.
El desarrollo del sector náutico en Progreso comenzó en 1974 con la creación de una marina privada que albergaba tres yates, uno de ellos propiedad de su fundador.
A medida que el puerto de abrigo se fue consolidando, la actividad náutica se expandió, y en la actualidad, Progreso se caracteriza por contar con marinas privadas o comerciales, a diferencia de otros destinos turísticos como Cancún, donde están dedicadas a la renta de naves.
En Progreso, casi el 98% de las embarcaciones son privadas y se usan para fines recreativos. El resto de las instalaciones opera más como estacionamientos de lujo.
Este modelo ha permitido que la industria náutica en Progreso sea sostenible, con un enfoque en el resguardo seguro de las embarcaciones y la generación de empleos.