Exempleados de la Cooperativa de Autotransporte Terrestre que por más de cinco décadas ofreció el servicio de taxi en el Aeropuerto Internacional de Mérida confirmaron que fueron desalojados definitivamente, por lo que buscaron cobijo en otra de las dos empresas que brindan el servicio en la terminal aérea.
Los entrevistados, que pidieron guardar el anonimato por temor a represalias, mencionaron que la directiva intentó modificar la razón social de la cooperativa, pero el grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) condicionó el cambio al pago de la deuda de varios miles de pesos que mantiene con la administración, por el usufructo del espacio, y a la resolución de más de siete denuncias por despido injustificado, que se desahogan en tribunales.
Para evitar que extraños ocuparan el área destinada al estacionamiento y maniobras de ascenso y descenso del pasaje, los socios de la cooperativa instalaron cadenas, en espera de que llegue una nueva compañía la cual debe comenzar a operar a finales de este mes o principios de marzo.
Como informamos ayer, después de poco más de 50 años de operar en la terminal, el martes por la noche fueron desalojados los taxistas de la cooperativa; la organización vivía “agobiada” por problemas entre los socios y malos manejos de anteriores directivos, situación que los llevó a recortar su flotilla a tan solo ocho unidades.
A mediados de diciembre del 2014, los cooperativistas, integrantes del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV), comenzaron su viacrucis con la presión para que entraran a operar otras empresas; seis años después, 20 de enero del 2020, “aterrizó” Flexshuttlecab, una firma cuya competencia vino a agravar la crisis de los antiguos “ruleteros”. Los directivos dejaron de pagar las cuotas a la administración del aeropuerto, por el uso del espacio, lo que les generó un adeudo millonario, que nunca lograron saldar.
Corren a los “ruleteros”
Los socios se iban retirando poco a poco hasta quedar solo cuatro o cinco unidades; el martes por la noche fueron desalojados con el argumento de no contar con su Tarjeta de Identificación Aeroportuaria (TIA); les dijeron que podían regresar cuando obtengan sus credenciales.
Sin embargo, en los pasillos del aeropuerto corren versiones que la cooperativa llegó a su fin y a partir del 19 de febrero o principios de marzo comienza a operar otra empresa de taxi, porque la demanda el alta y las dos que aún funcionan no se dan abasto y los viajeros se ven obligados a esperar hasta una hora para poder abordar un taxi, otros prefieren caminar hasta la avenida principal para solicitar el servicio de Uber y de otras plataformas que por carecer de placas federales no pueden ingresar a recoger pasajeros a la terminal aérea.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
NM