En el marco de la llegada de cruceros al puerto de Progreso, se suscitó un pleito entre dos trabajadores de palapas que desató la tensión en la playa y una mala imagen para el turismo internacional que acostumbra dejar menos propina que los visitantes a nivel nacional.
El pleito se generó por la disputa de unos turistas nacionales que buscaban una palapa para disfrutar de su estancia en la playa y consumir unas bebidas y alimentos.
Al final la situación se tranquilizó con la llegada de policías municipales de Progreso que calmaron a los trabajadores, pero la mala imagen quedó grabada en los turistas.
“Esa situación ocurre a nivel nacional. En nuestro caso, como paisanos, entendemos que no es fácil sobresalir en este negocio, por lo que acostumbramos dejar hasta el 15 por ciento. En mi caso vengo con mi familia desde la ciudad de Mérida y gastamos entre tres personas alrededor de 2 mil 500 pesos por la pasadía. A causa de los accidentes o retenes, solemos venir a la playa en transporte público o en taxi, pues se gastan 270 pesos, lo que resulta accesible. Para las vacaciones de Cuaresma vale la pena la renta de las casas veraniegas”, expresó el visitante Ángel Martínez.
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JG