La cuesta de enero ha golpeado con fuerza al sector restaurantero en Yucatán, enfrentando no solo una baja afluencia de comensales, sino también un aumento significativo en los costos operativos, informó Claudia González Góngora, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en Yucatán.
Destacó que, para este inicio de año, se prevé un incremento del 40 por ciento en algunos insumos debido al aumento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), lo que representa un reto adicional para el sector.
El alza del IEPS afecta productos esenciales para la operación de los restaurantes, como bebidas embotelladas, bebidas alcohólicas y gasolina. Según González Góngora, este último incremento desencadena un “efecto dominó”, elevando los precios de todos los insumos necesarios para la elaboración de platillos.
“Muchos de los insumos que utilizamos en nuestros locales están sujetos al IEPS. Desde el aumento en la gasolina se genera un impacto en cadena que encarece todo. Estamos esperando un incremento del 40 por ciento en nuestros costos operativos”, explicó la presidenta de la Canirac.
Para enfrentar esta situación, los restaurantes de la entidad han comenzado a realizar ajustes en sus menús y precios. Sin embargo, esto podría afectar el acceso de los consumidores a sus servicios, en un contexto donde las familias buscan reducir al máximo sus gastos tras las festividades decembrinas.
“Cada restaurante está ajustando sus precios según el impacto que ha tenido en las materias primas. Esto es algo que ya se percibe, incluso cuando hacemos el súper, los costos son muy diferentes a lo que veíamos hace unos meses o años atrás”, destacó González Góngora.
El 90 por ciento de los restaurantes afiliados a Canirac en Yucatán son micro y pequeñas empresas, lo que las hace especialmente vulnerables a estos incrementos. Muchas de ellas carecen de sistemas financieros robustos para absorber las alzas, lo que dificulta mantener precios competitivos sin comprometer su sostenibilidad.
“El reto es mayor para las micro y pequeñas empresas, que no siempre cuentan con los recursos para adaptarse rápidamente a estos cambios. Aunque no hemos pronosticado el cierre de restaurantes, atraer comensales en estas condiciones será un desafío considerable”, señaló la líder empresarial.