A una semana de la tradicional celebración del Día de la Candelaria, las amas de casa yucatecas enfrentan un desafío inesperado: los insumos para preparar tamales, uno de los platillos más representativos de la festividad, han encarecido notablemente. Esto ha generado gran malestar entre las familias que buscan mantener viva la tradición a pesar de las dificultades económicas.
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Entre los productos con precios más volátiles están el jitomate, que ahora cuesta entre 20 y 28 pesos por kilo. Las hojas de elote, utilizadas para envolver tamales, han subido a 60 pesos por kilo, un alza de 20 pesos respecto a finales de 2023. Las hojas de plátano se venden a 45 pesos el kilo, mientras que otros básicos, como el huevo (54 pesos por kilo), el aceite de cocina (52 pesos por litro) y las tortillas (27 pesos por kilo), han registrado incrementos de entre el 12.5 y 15.5% en el último mes. Según el Inegi, el costo de vida se ha elevado en promedio un 13%.
Ajuste de presupuestos
María del Carmen Pech, ama de casa de Mérida, expresó su preocupación: “Siempre hemos hecho tamales para la Candelaria, pero este año todo está más caro. Antes con 500 pesos podíamos preparar lo necesario para la familia, pero ahora ni siquiera alcanza para los ingredientes básicos”. Al igual que ella, muchas familias han tenido que ajustar sus presupuestos, lo que pone en riesgo las tradiciones gastronómicas locales.
El impacto también se siente entre los comerciantes locales. José Luis Chan, vendedor de hojas de elote en el mercado de San Benito, comentó: “La gente se queja de los precios. Nosotros no podemos bajar más, ya que todos los insumos llegan más caros, desde el transporte hasta el producto final”.
En Yucatán, donde el ingreso promedio por hogar es de 15,180 pesos mensuales, el aumento de precios obliga a las familias a destinar un mayor porcentaje de sus ingresos a la alimentación, afectando su capacidad para cubrir necesidades esenciales como salud, educación y transporte. Actualmente, una familia destina en promedio el 35% de su ingreso mensual a la alimentación, pero con los recientes aumentos esta cifra podría llegar al 40%.
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Aunque el salario en Yucatán aumentó un 20% este año, pasando de 207.44 a 248.95 pesos diarios, este ajuste no ha sido suficiente para contrarrestar la inflación. Algunas familias ya consideran alternativas económicas, como reducir las porciones o sustituir ingredientes, aunque esto podría afectar la calidad del platillo y limitar la posibilidad de compartirlo, una tradición fundamental en muchos hogares.
El encarecimiento de los insumos no solo afecta la economía familiar, sino que también pone en riesgo la celebración de uno de los momentos más esperados del año en Yucatán, donde los tamales son un símbolo de unidad y tradición.
