Luego de que el Parque Japonés, de la colonia Nueva Mulsay III, ubicado al poniente de la capital yucateca, se volviera tendencia gracias a una denuncia ciudadana, Por Esto!, acudió al sitio para realizar un recorrido de supervisión por el área. En el lugar se pudo constatar la presencia de basura, entre la que destaca ropa, zapatos, envoltorios de preservativos y latas de cerveza.
A pesar de representar un espacio público al que acuden las familias de la zona, algunas personas aprovechan sus rincones, cubiertos de vegetación para realizar actividades ilícitas, al amparo de la oscuridad, producto de la poca iluminación, que abunda sobre todo, en el espacio cercano al pequeño lago.
Edgar Daniel Pérez, residente de una vivienda ubicada en las cercanías del parque, refirió que se han presentando casos en los que personas, principalmente adictos a sustancias, encuentran refugio en las instalaciones del lugar, utilizándolo para pernoctar. Agregó, que hace unos seis meses, sujetos asaltaron a una mujer, en la zona cercana a las instalaciones del Centro de Atención al Menor En Desamparo (Caimede), ubicado a pocas cuadras del parque.
Respecto a las notas recientemente difundidas a través de distintos medios de información, el hombre opinó que el tema fue exagerado, acusando amarillismo. Sin embargo, reveló, que esa área es punto para la entrega de drogas, "en la noche ves que vienen las motos, y vienen acá al parque los chavos, hacen intercambios y se van" aseguró.
Atención del Ayuntamiento de Mérida
A pesar de las problemáticas expuestas con anterioridad, el vecino aseveró que el Ayuntamiento de Mérida, ha dado atención al espacio, sustituyendo algunas luminarias dañadas y reemplazando algunas bases, sobre las que se ubican mesas. Aunque opinó que falta mayor intervención por parte de los guardaparques, quienes en ocasiones no han intervenido ante la presencia de personas en situación de calle, quienes incluso han mostrado actitudes sospechosas, comentó que no considera grave la situación.
