Ante la reciente confirmación del primer caso humano de gusano barrenador en México, detectado en el estado de Campeche, veterinarios de Yucatán trabajarán junto con el Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (Cenaprece) para contener la propagación de esta peligrosa plaga, que representa un grave riesgo sanitario y económico para el Sureste del país.
El caso fue confirmado por la Secretaría de Salud Federal (SSA), luego de que una mujer en Campeche contrajera miasis, enfermedad causada por la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, mejor conocida como el gusano barrenador, que deposita sus huevos en heridas superficiales de mamíferos de sangre caliente, incluyendo humanos, provocando graves infecciones en el tejido.
Al respecto, Hugo Delfín González, director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), explicó que la llegada del gusano barrenador al Sureste del país probablemente ocurrió debido al ingreso de animales contaminados provenientes de Sudamérica, que no fueron sometidos a los protocolos sanitarios correspondientes en la frontera Sur de México, lo que permitió la propagación del parásito.
“El gusano barrenador es transmitido por una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales, principalmente ganado bovino. Cuando las larvas eclosionan, penetran el tejido y comienzan a destruirlo, provocando graves infecciones, incluso la muerte si no se atiende a tiempo”, explicó el especialista.
Delfín González advirtió que la propagación del gusano barrenador no sólo representa una crisis sanitaria para el sector pecuario, sino que también podría afectar la economía local, debido a que Estados Unidos ha decidido cerrar sus fronteras al ganado mexicano como medida preventiva para evitar la entrada del parásito a su territorio.
“Esta decisión afectará gravemente las exportaciones de carne, leche y otros derivados que provienen de esta región. Además, el costo para los productores aumentará, ya que ahora tendrán que invertir en tratamientos y medidas sanitarias para garantizar que sus animales estén libres del parásito”, puntualizó.
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Si bien el gusano barrenador ha generado gran preocupación en el sector ganadero, la amenaza también se extiende a los seres humanos, ya que la larva puede infestar heridas abiertas en personas, provocando una invasión conocida como miasis, que se caracteriza por la destrucción progresiva de los tejidos, lo que puede desencadenar infecciones severas, necrosis y, en casos extremos, poner en riesgo la vida del paciente.
De acuerdo con información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cualquier mamífero de sangre caliente puede ser huésped del gusano barrenador, incluyendo bovinos, porcinos, equinos, aves, perros, gatos, caprinos y, por supuesto, humanos, por lo que extremar medidas de control sanitario es urgente.
Ante este panorama, el director de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UADY informó que ya se trabaja de manera conjunta con el Cenaprece, así como con instancias gubernamentales, para definir estrategias de contención y erradicación del gusano barrenador en el Sureste del país.
Además, destacó que en la UADY se están redoblando esfuerzos para capacitar a los futuros médicos veterinarios en la detección temprana de miasis, con el objetivo de que puedan realizar reportes oportunos a las autoridades correspondientes ante cualquier signo de infestación en animales o personas.
“Los nuevos veterinarios deben estar preparados para actuar de manera inmediata si detectan casos sospechosos. Estamos enseñándoles a realizar reportes técnicos precisos que permitan activar los protocolos sanitarios en caso de que se presente un brote”, mencionó. Delfín González señaló que uno de los principales factores que desencadenaron esta crisis sanitaria fue el ingreso de animales contaminados provenientes de Sudamérica, los cuales no fueron sometidos a revisiones sanitarias adecuadas en la frontera Sur del país.
