Yucatán / Mérida

Bordado yucateco, arte que está en decadencia

Bordadoras de Yucatán advierten que, ese bello arte está en decadencia; el bordado yucateco se monta en tiempo de los mayas prehispánicos
Floriberta Ucán Chuil comentó que cada día hay menos artistas textiles en los municipios / Saraí Manzo

Decana de las bordadoras del Poniente de Yucatán, Floriberta Ucán Chuil advierte que el uso de prendas con puntadas de bordado está en franca decadencia. Las raíces de ese arte yucateco se remontan a los tiempos de los mayas prehispánicos, como lo muestran los restos de telas encontradas en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá, pero hoy, indica la entrevistada, pocas personas las usan.

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En Yucatán, indicó la artesana, cada día hay menos artistas textiles (tanto mujeres como hombres) en los 106 municipios, pese a que el pasado 18 de marzo esa actividad fue elevada al rango de Patrimonio Cultural Intangible. Instó a salvaguardar una habilidad artesanal que ha dado y da identidad al pueblo maya yucateco.

Sobre su máquina Singer, en un local rentado justo a un costado del Palacio Municipal de Kinchil, Floriberta Ucán explica que los artistas textiles yucatecos manejan al menos 30 de las 40 puntadas de bordado existentes en el país, haciendo del bordado uno de los más importantes símbolos de identidad y, antaño, de progreso económico.

Arte y corazón en cada puntada / Especial

Ella aprendió a corta edad el bordado, observando a una de sus vecinas, de nombre Policarpa, allá por el rumbo de la calle 22, entre 22 y 27, por la salida a Celestún. Hoy, a sus 70 años, compara: ninguna de sus cinco hijas aprendió ese arte, aunque sí saben hacer punto de cruz.

El año pasado se impulsó una iniciativa de desarrollo económico y social con perspectiva de género a través del arte textil en Yucatán, cuyos principales objetivos son fortalecer el arte textil yucateco, dignificar a quienes lo practican, valorar su importancia cultural, social y económica, promover la equidad de género y crear un plan de salvaguarda que garantice su viabilidad.

“Sin embargo, los apoyos no llegaron a todos los bordadores, únicamente los allegados a la presidencia municipal reciben el apoyo”, aseguró.

Relata que los bordados formaban parte esencial del ciclo de vida de la población maya, porque el nacimiento, el bautizo, la comunión, la boda y la vida misma, están íntimamente relacionados con el bordado

“Pero ahora ya no hay mestizas. Las nuevas generaciones no se interesan por las prendas bordadas, prefieren puros vestidos modernos. Se están acabando las mestizas”, añadió.

El uso de prendas con puntadas de bordado está en franca decadencia, pues ya pocos las utilizan

Antaño, recuerda, la vida religiosa y espiritual se engalanaba con bordados: sudarios, ternos de vírgenes, pabellones, estandartes y los ternos que portan las mujeres adornando el paisaje cultural maya yucateco en gremios y vaquerías para los santos patronos de pueblos y ciudades. Parte de la vida simbólica y religiosa maya, los bordados formaban parte esencial de sus creencias y cosmovisión, y desde luego tienen lugar en la milpa, el sistema que provee de alimentos a las familias y que ha favorecido la existencia de la selva y de su riqueza biológica.

El bordado se enriqueció con la máquina de pedal que originó nuevas técnicas y diseños, y con la máquina de motor, que favoreció al bordado comercial. Hoy, la modernidad es inevitable: el bordado digital sustituye al bordado de mano y al bordado de máquina artesanal.

“Una de las razones es la economía. Es más económico el bordado digital, es como copiar y pegar. Se pierde el arte personal, pero ahora te compran lo más económico, no el arte y el corazón que pones en cada puntada”, explicó Floriberta.

JY