La reciente imposición de aranceles del 25 por ciento de parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las exportaciones mexicanas ha generado preocupación en el sector empresarial de Yucatán porque la medida, que entró en vigor este 4 de marzo, amenaza con encarecer los productos nacionales en el mercado estadounidense y reducir la competitividad de las empresas locales.
El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, expresó su respaldo al Gobierno federal: a través de sus redes sociales, Díaz Mena afirmó: “Desde Yucatán respaldamos a nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, y al Gobierno que encabeza en la defensa de nuestra soberanía y economía”, y subrayó el compromiso de la administración estatal con el sector empresarial.
José Enrique Molina Casares, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Mérida, advirtió que el aumento de costos derivado de estos aranceles podría afectar gravemente a la economía local.
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Aseguró que el encarecimiento de los productos hará que los productos mexicanos sean menos competitivos en el mercado estadounidense, lo que podría reducir las exportaciones y afectar los ingresos de las empresas locales.
La dependencia de las exportaciones es clave para muchos productores, distribuidores y trabajadores de la región, y una disminución en la demanda de productos en Estados Unidos podría desencadenar una caída en la actividad económica y, por ende, en el empleo en diversos sectores.
Aunque el sector restaurantero no depende directamente de las exportaciones, Claudia González Góngora, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Yucatán, señaló que los aranceles también afectarán el precio de los insumos básicos.
“Estamos monitoreando el valor del peso frente al dólar, y esta situación generará efectos negativos en todo el sector empresarial. Venimos de una cuesta de enero difícil y, con lo que hacíamos el supermercado el año pasado, ya no es lo mismo este año”, indicó González Góngora.
Ante este panorama, el sector empresarial está proponiendo diversas estrategias para contrarrestar el impacto de los aranceles, una de las cuales es diversificar los mercados de exportación; buscar nuevos nichos en otros países o regiones para reducir la dependencia del mercado estadounidense.
Además, se sugiere fomentar el consumo local de productos nacionales para compensar la posible pérdida de ingresos por exportaciones. También se propone trabajar conjuntamente con el Gobierno para ofrecer incentivos fiscales o apoyos financieros a las empresas afectadas, así como implementar programas de capacitación y mejorar los procesos productivos para incrementar la competitividad de los productos locales.
Estas medidas, de ser implementadas, podrían ayudar a mitigar los efectos negativos derivados del aumento en los costos de producción y la disminución en la demanda externa. La comunidad empresarial yucateca sigue comprometida en adaptarse a los cambios y buscar soluciones que permitan mantener la competitividad de los productos mexicanos, aun frente a las dificultades impuestas por las nuevas políticas comerciales.