[gallery link="file" size="medium" jnewsslider="true" jnewsslider_ads="true" ids="100904,100902,100899"]
Dos maestros de Educación Física que regresaban de Celestún después de participar en el desfile conmemorativo del inicio de la Revolución Mexicana estuvieron a punto de perder la vida en un accidente registrado a la altura del kilómetro 9+100 de la carretera Tetiz-Mérida, donde el automóvil en el que viajaban los mentores se salió de la carretera y quedó con las ruedas para arriba.
El profesor Luis Chan Ontiveros conducía de Celestún hacia Mérida su Chevrolet Corsa, negro, matrícula YZU-502-B, y en el asiento del lado derecho viajaba otro maestro de Educación Física, Juan Luis Medina Uicab, quien también participó con sus alumnos en el desfile.
Cuando se encontraban a la altura del kilómetro 9+100 de dicha carretera federal le estalló al automóvil el neumático izquierdo, el conductor perdió el control del Corsa, que se salió de la carretera por el lado derecho, avanzó más de 40 metros dando tumbos entre la maleza, hasta que chocó contra unas rocas enormes.
El auto dio una vuelta en el aire y cayó sobre el toldo, el conductor estuvo a punto de perder la vida, pues el techo del vehículo se aplastó y le ocasionó una herida profunda en la cabeza, que sangró de forma abundante; por suerte no perdió el conocimiento y al igual que el otro profesor salieron del vehículo por sus propios medios.
Poco después llegó al lugar del accidente la patrulla 6168 de la Secretaría de Seguridad Pública, al mando del oficial Rodrigo Juárez, quien traía como tripulante al policía Felipe Euán.
Los uniformados auxiliaron a los profesores, pero unos minutos después arribó la ambulancia Y-22 de la SSP, atrás de la unidad de emergencia llegó la camioneta de rescate 2123 de la Dirección de Siniestros y Rescate.
Los paramédicos, entre quienes se encontraban Juan Sáenz y José Canul, le proporcionaron los primeros auxilios al herido y le indicaron que la herida era de tamaño considerable y profunda, por lo que requería que le aplicaran varias suturas; sin embargo, no ponía en riesgo la vida y el mentor se negó a ser trasladado a un hospital.
En el sitio también se encontraba el carro-patrulla 11794 de la Policía Federal División Caminos, por tratarse de una carretera de su jurisdicción; los federales se encargaron de tomar nota del accidente, que por cierto no causó daños a terceros y como el auto estaba asegurado esperaban una grúa para que rescatara el coche, que seguramente sería considerado como pérdida total.
(Fernando Poó / Luis Tamayo)