Erick Manuel Beltrán Aguilar, de 30 años de edad, acudió al Centro para realizar sus compras junto con su esposa, por lo que estuvieron recorriendo tiendas y comprando algunas artículos, pero antes de regresar a su casa decidieron pasar a comer.
Luego, ya satisfechos se encaminaron a su paradero, pero Erick se empezó a sentir mal, le daba trabajo respirar, se sentía agitado y su corazón latía muy rápido, ante esta situación le dijo a su mujer que pasaría al baño del mercado Lucas de Gálvez, pero como casi se fue corriendo su esposa no alcanzó a ver en qué sanitario del área del tianguis se metió.
La dama esperó un tiempo prudente, luego se empezó a desesperar y llamó a los empleados que cuidan los baños para que vieran si su esposo no estaba ahí, los trabajadores entraron a los sanitarios y llamaron a Erick, pero al no obtener respuesta le dijeron a la señora que no se encontraba en el lugar.
Desesperada, la dama llamó al 911 para reportar la desaparición de su esposo, horas más tarde le llamaron para decirle que lo habían encontrado en uno de los baños, pero lamentablemente ya había falleció.
Cuando la Policía Municipal de Mérida tuvo conocimiento de la desaparición de Erick de inmediato se avocaron varios agentes a localizarlo y fue que lo encontraron en uno de los baños, por lo que trataron de reanimarlo con RCP, pero no reaccionó y fue declarado muerto.
El sitio fue acordonado con cintas amarillas para que luego personal de seguridad procediera junto con la PMM a desalojar a los vendedores del área y se bajaron las cortinas del mercado para mantenerlo cerrado.
Horas después arribó personal de la Fiscalía General del Estado, así como de criminología y elementos del Servicio Médico Forense (Semefo), que se encargaron del levantamiento del cuerpo para la necropsia de ley, por lo que el cadáver fue llevado a la morgue de la Fiscalía, donde el resultado de la autopsia arrojó como causa de la muerte por bronco aspiración, es decir, vomitó sus alimentos, pero estos se le fueron a las vías respiratorias obstruyéndolas y muriendo atragantado.
El cuerpo fue entregado ayer en la tarde a su esposa para que le dé cristiana sepultura.
(Luis Tamayo Mendicuti)