Yucatán / Sucesos

Por Ricardo Jesús Rivas

CHETUMAL, 24 de enero.- La Dirección de Comunicación Social de la Fiscalía General del Estado se rehúsa apegarse a su obligación de proporcionar información pública sobre la causa de la muerte y el hallazgo de un cadáver en un predio de la colonia Miraflores. En sucesos pasados, la dependencia ha dado a conocer versiones públicas de las necropsias practicadas a los fallecidos en casos de relevancia pública.

Por lo anterior, la recientemente nombrada titular de Comunicación Social de la FGE, pero no oficializada, Mónica de Ávila, obstaculiza la información sobre la causa de la muerte de la persona encontrada en el predio, basado en su supuesto conocimiento de “20 años practicar el periodismo”, evidenciando su nulo conocimiento de la actuación para la comunicación social en el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio.

Cabe mencionar que la misma dependencia ha dado a conocer en ocasiones anteriores como es el caso del boletín 435/2018-ZS fechado el 22 de mayo de 2018, versiones públicas de la necropsia de ley. Y es que el crecimiento exponencial de la violencia en la entidad está inversamente proporcionado a la negativa de la Fiscalía General para dar a conocer la información pública, situación a la que está obligada.

De esta forma, la nueva funcionaria trasgrede la libertad de información y el derecho a la libertad de profesión, información y libertad de expresión, consagradas en la Constitución Política de nuestro país.

El desconocimiento de las leyes, normas y protocolos no la excusan de su obligación para dar a conocer la necropsia de la persona encontrada de manera ilegal en el predio de la colonia Miraflores, es así como se evidencia de nueva cuenta la grave crisis de información en el interior de la Fiscalía General del Estado hacia los medios de comunicación.

El pasado viernes 18 de enero por la mañana, fue hallado enterrado en una fosa clandestina, en el patio de una vivienda de dos pisos localizada en la colonia Miraflores de esta ciudad, el cadáver de una persona aún sin identificar.

Fue alrededor de las 08:00 horas de ese día, cuando agentes de la Policía Ministerial arribaron a la colonia Miraflores, e inmediatamente procedieron a resguardar con cinta perimetral una vivienda ubicada en las calles Emilio Portes Gil entre Francisco Vélez y Jaime Villaurrutia, luego de que un juez de control les concediera la orden para catear ese domicilio dentro de la carpeta auxiliar marcada con el número 06/2019, por el secuestro de Edgar Manuel González Collí en contra de quien resulte responsable.

Con esa orden, el fiscal del Ministerio Público y peritos criminalísticos de la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado ingresaron al predio para realizar las diligencias respectivas.

Fue cuando hallaron los restos del cuerpo, al parecer de Edgar Manuel González Collí, enterrados en el patio de la casa. Éste fue reportado como desaparecido el 23 de octubre del año pasado.

Una tía del ahora occiso —con identidad reservada— presentó la denuncia el 23 de octubre de 2018, por la desaparición de su sobrino, quien salió acompañado de dos sujetos que responden a los nombres de Román y Quirian Pérez, el cual ya nunca volvió.

Dijo que al intentar localizarlo vía telefónica, el celular de éste estaba apagado. La denuncia quedó asentada con el número FGE-QROO-OPB-106268/2018.

El joven salió de su casa, ubicada en la calle Dos Aguadas manzana 163 lote 17 entre las calles Nizuc y Sacxán, colonia Solidaridad de esta ciudad, junto con las dos personas ya mencionadas a bordo de una camioneta roja, pero éste nunca volvió.

Y es que el caso podría estar ligado con el crimen organizado, toda vez que la casa donde fue hallado el cuerpo fue habilitada como narcotienda durante un tiempo por Víctor R., alias “El Pecas”.