Don Eliezer Canto Córdova, de 79 años de edad y de oficio albañil, fue ayer a la tienda de la esquina y compró una soga, dijeron vecinos, pues al parecer ya había planeado suicidarse.
El difunto, al acudir a la tienda de la calle 60 por 83 a comprar la soga de nylon para tender lavado, le dijeron que no vaya a hacer algo que más tarde se arrepienta, pero si se arrepintió jamás se podrá saber, pues luego don Eliezer fue al patio de su casa, ubicada en el predio marcado con el número 651-B entre calle 81 y 83 del Centro de la ciudad, y en el protector amarró la cuerda y luego la otra parte a su cuello y se dejó caer.
Se tensó la soga y murió ahorcado, pero como es plástico, con el paso de las horas se estiró y el difunto quedó en posición arrodillado.
Cuando su mujer llegó a su casa lo empezó a buscar por los cuartos e incluso en el baño y nada, cuando salió al patio lo encontró colgado, quedó consternada, pero habló al 911, llegando al sitio una patrulla y una ambulancia.
Sin embargo, los paramédicos ya nada pudieron hacer por él y la policía procedió a acordonar el predio, dándose parte a la Fiscalía General del Estado.
Al sitio llegaron agentes de la Policía Estatal Investigadora, así como personal del Semefo, que se encargó del levantamiento del cuerpo para la necropsia de ley. También llegaron familiares del extinto, quienes no daban crédito a lo ocurrido.
(Luis Tamayo Mendicuti)