Yucatán / Sucesos

La venta de explosivos en la Isla sigue sin control por parte de las autoridades municipales, pues a pesar de estar prohibida la comercialización de pirotecnia, personal de la dependencia de Protección Civil no ha realizado los operativos correspondientes para el decomiso de estos artefactos, que podrían ser peligrosos.

Hace dos días se cumplió en Ciudad del Carmen un año más de la tragedia ocurrida en San Nicolás, donde una casa utilizada como almacén de pólvora y pirotecnia estalló y dejó como saldo dos personas muertas, entre ellas un menor de edad y varios lesionados.

Desde ese entonces, se tomó la determinación de regular la venta de fuegos artificiales, tanto en el Estado como en el municipio, donde la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) son los encargados de dar el permiso correspondiente a los comercios para la distribución controlada de estos explosivos.

En años anteriores, Protección Civil destinaba un tramo en el área de Playa Norte, cerca del Domo del Mar, donde los comercios que se dedicaban a la venta de pirotecnia podrían realizar la venta de manera controlada.

Sin embargo, en el 2019 la Sedena no entregó ningún documento para evaluar algún comerciante y otorgar el permiso correspondiente para la venta de las conocidas “palomitas” o “chispitas”.

Nadie presentó la documentación en regla en la cual demostraran que podían controlar la situación en caso de presentarse un accidente en el lugar donde se establecerían para vender.

Esto provocó que varios comercios vendan explosivos de manera descontrolada por todo el municipio y en grandes cantidades, que en caso de algún accidente se podría registrar una tragedia.

Sin embargo, hasta el momento y a pesar que a través de redes sociales de igual manera son exhibidos estos productos, Protección Civil no ha tomado las medidas para realizar operativos y decomisar estos productos que se venden de manera ilegal.

A pesar de ser de su jurisdicción, el director de Protección Civil se mantiene omiso, por lo cual la ciudadanía teme se registre otra explosión como la de San Nicolás.

(Texto y fotos: Ricardo Jiménez)