Yucatán / Sucesos

Incendio deja en la calle a familia

Ayer miércoles en las primeras horas de la tarde se incendió una casa ubicada en la calle 22 entre 39 y 41 de la colonia El Roble; en cuestión de minutos el fuego acabó con todas las pertenencias de los habitantes del predio, muebles, hamacas, cobertores, aparatos electrodomésticos y su ropa, así como la mascota de la familia, un perro nombrado “Chato”, 20 gallinas, 40 pollitos y 3 pavos, entre muchas otras cosas.

La dueña del inmueble, Carlota Petronila Can Ek, de 56 años de edad, se había ido a trabajar y su progenitora Lorenza Ciau Ek, de 79 años de edad, quien habita en un predio cercano, le avisó que su casa se estaba quemando, toda vez que la hija de la dueña de la casa, de 16 años, estaba en la secundaria y su hijo mayor de edad se había ido a leñar, por lo que ignoran cómo inició el siniestro.

Al sitio acudieron los carros pipa 833 y 821, el carro bomba 862 y las camionetas de rescate 0864 y 2135 de la Dirección de Siniestros y Rescate de las Secretaría de Seguridad Pública, así como la patrulla 6280 y el moto patrullero a bordo de la unidad GM-2228 del agrupamiento Goeras Motorizados, y la ambulancia Y-18 de la SSP. Asimismo, una paramédico trataba de calmar a la hija de la dueña de la casa que sufrió una crisis nerviosa.

Los bomberos utilizaron 5 ó 6 mangueras para combatir el fuego en diferentes frentes, algunos “tragahumos” para poder entrar y verificar que no había nadie tuvieron que utilizar máscaras y tanques de oxígeno debido a la cantidad de humo.

No obstante la cantidad de bomberos que se congregaron para combatir el fuego, éste acabó con todo lo que encontró a su paso, incluso las láminas de zinc de los techos que sucumbieron ante las altas temperaturas. En la parte de atrás de la humilde vivienda había un gallinero, en donde se encontraban 20 gallinas, 40 pollitos y 3 pavos, los cuales murieron incinerados, lo mismo que un can llamado “Chato”, la mascota de la familia.

Los vecinos manifestaban en voz alta que se trataba de una familia de escasos recursos y que en casos como éste era necesario que el Ayuntamiento apoyara de alguna forma a los moradores de la vivienda, ya que se quedaron únicamente con lo que tenían puesto.

(Fernando Poó Hurtado)