En la carretera Chetumal-Mérida
Tráiler derriba la barda de un predio y entra al terreno, para luego chocar contra una construcción; poco faltó para que la pesada unidad vuelque sobre una camioneta y un Tsuru de los propietarios de la casa, vehículos que estaban estacionados dentro del predio.
Tanto el chófer como el “secre” resultaron lesionados, pero luego de ser valorados por paramédicos se negaron a ser trasladados al hospital.
En el accidente murieron varios cerdos, propiedad de las granjas de “Kekén”, y se registró poco después de las dos de la tarde de ayer, cuando el tráiler Kenworth Kenmex, matrícula 3YP-328-A, de la empresa “GAL Transportes”, circulaba sobre la vía federal a Chetumal, con dirección a Mérida, y a la altura del kilómetro 5+500, unos metros antes de llegar a una curva y a unos 200 metros del entronque con Tepich Carrillo, el chófer de la pesada unidad, que llevaba alrededor de 200 cerdos, con un peso aproximado de unos 25 kilos cada uno, dormitó al volante, por lo que perdió el control y se salió por su derecha, cayendo en una hondonada y recorriendo varios metros, llevándose el muro de un predio entre sus llantas, para luego estrellarse contra una construcción y quedar a punto de volcar.
Varios porcinos cayeron muertos al suelo, mientras otros quedaron dentro de las jaulas sin vida y otros más colgando de entre los barrotes del remolque del tráiler.
Se tuvieron que utilizar dos grúas para mover la pesada unidad sin que esta volcara, para que luego llegara otra pesada unidad con placas 68-AC-1K, de la misma empresa de transportes, en la cual empleados de “Kekén” pasaron a los cerdos vivos para llevarlos a sacrificar a una granja.
Tanto el chófer como el “secre” del tráiler accidentado, al bajar de la destrozada unidad impidieron que la gente que había llegado al lugar se apoderaron de los cerdos y minutos después llegaron los elementos de la Policía Federal, quienes cerraron unos minutos la vía de dos carriles para que las grúas maniobraran para luego dejar abierto un carril para que fluya el tráfico vehicular.
Al lugar fueron llegando varios vehículos, triciclos y moto-taxis, cuyos choferes buscaban llevarse un cerdo para hacer en cocinita o lechón al horno, pero no pudieron cometer actos de rapiña, por lo que se tuvieron que retirar con las manos vacías.
(Luis Tamayo Mendicuti)