Un sujeto le dio posada a una chica que sobrevive cantando, la llevó a su casa, pero llegaron los amigos, se armó la fiesta e ingirieron alcohol en abundancia.
Al parecer la mujer despertó en los brazos del anfitrión, llamó a la Policía y el generoso individuo fue detenido.
La muchacha argumentaba que el tipo la había violado y ante la acusación el individuo fue detenido por los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, le colocaron las esposas y lo treparon a la patrulla.
El detenido manifestó que la mujer no tenía donde dormir y que le permitió quedarse en su domicilio, pero que llegaron unos amigos y estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes en exceso.
Agregó que la chica se le insinuó, pero que él no la había tocado.
Los policías preguntaron a la presunta víctima si denunciaría al sujeto y como respondió afirmativamente la invitaron a subir a la unidad policíaca y la llevaron hasta las puertas de la Fiscalía General del Estado.
Antes de que entrara al edificio el responsable de la patrulla se percató que la chica estaba confundida y no estaba segura de lo que había pasado.
El oficial le indicó que la acusación de violación era algo muy serio y pensara bien lo que iba a iniciar, la muchacha se veía desconcertada, no paraba de llorar y cuando se dirigía a la Agencia del Ministerio Público se arrepintió y ante la inseguridad de lo que había pasado y además como el suceso fue entre conocidos, dijo que no interpondría denuncia.
Ante la negativa el detenido fue retornado al edificio de la SSP, en donde recuperaría su libertad porque no había delito que perseguir.
(Fernando Poó Hurtado)